Hoy, 1 de abril, comienza la temporada del corzo. Se trata de una de las fechas más esperadas por los aficionados a su caza, puesto que pone fin al parón cinegético que impone el cierre de la temporada general en febrero. Además, abre la puerta a la caza de una de las especies más mágicas de nuestros montes. Pero este año, la mayoría de los cazadores que tengan sus cotos en otra comunidad tendrán que esperar para acudir a ellos, ya que las restricciones establecidas por las comunidades autónomas se lo impiden.

El cierre perimetral vigente esta Semana Santa fue aprobado a inicios del mes de marzo por parte del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud por mayoría absoluta. El acuerdo, de obligado cumplimiento, tiene como objetivo limitar la movilidad y los contactos sociales para evitar un repunte de afectados por coronavirus. Por ello, hasta el 9 de abril están prohibidos -salvo excepciones- los desplazamientos de unas comunidades autónomas a otras.

El caso confuso de las dos castillas

Macho de corzo. © Shutterstock
Macho de corzo. © Shutterstock

La redacción de Jara y Sedal ha recibido durante todo el mes decenas de consultas de cazadores madrileños que se preguntan si podrán acceder a sus cotos de Castilla-La Mancha o Castilla y León durante los primeros días de la temporada de corzo. Aunque ambas comunidades autónomas cuentan con sendas resoluciones en vigor que permitirían la entrada y salida de cazadores para el control del corzo, el cierre perimetral de la capital española dejaría, en la práctica, a los madrileños sin poder recechar corzos al menos hasta el 10 de abril.

A su vez, la Federación de Caza de Castilla y León emitió el siguiente comunicado: «Por las dudas que están surgiendo entre los cazadores españoles aclarar que la caza del corzo se abre en Castilla y León el 1° de abril y que sigue en vigor la autorización que ya el pasado año se publicó, de que puede venir a cazarlos desde cualquier punto de España. Castilla y León está abierta para cazar las especies que son susceptibles de causar daños, llevando la oportuna autorización del titular del coto, indicando la especie y portando el preceptivo precinto».

Por su parte, estos son los casos específicos comunidad por comunidad.