El Gobierno registró el pasado martes 2 de agosto en el Congreso de los Diputados el Anteproyecto de Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales después de que, ni siquiera 24 horas antes, este fuese aprobado en Consejo de Ministros. Y para frenar las numerosas críticas que ha recibido el PSOE –incluidas las de la de la comunidad científica– el propio partido ha preparado un argumentario en defensa del anteproyecto.

Éste lo ha distribuido entre sus bases socialistas y en él expone las claves que considera más importante del anteproyecto. Su contenido literal incluye ocho puntos, la mayor parte de ellos dedicados a aplacar las críticas del colectivo cinegético. Hay que recordar que a inicios del pasado mes de marzo, el partido también lanzó otro argumentario interno para justificar la Ley de Bienestar Animal y desinflar la manifestación del 20M, que reunió a casi un millón de personas en Madrid.

Sostiene que no afecta a los perros de caza

La única vez que cita a la caza de forma directa el argumentario es en un punto en el que expone que «se establecen especialidades respecto de los perros utilizados en actividades específicas que se desarrollan en el medio rural». Ahí, cita que «están excluidos con carácter general los perros utilizados en actividades cinegéticas y de pastoreo: no estarán sujetos a validaciones de comportamiento, revisiones veterinarias específicas de aptitud ni a estar en posesión de certificado veterinario acreditativo de dicha aptitud, ni de titulación específica o cursos de formación. ni a edad mínima o máxima para poder realizar actividades cinegéticas».

A pesar de ello, es falso que los perros de caza y los animales auxiliares de especies cinegéticas estén fuera de la ley, tal y como el partido se comprometió falsamente con los cazadores.

Modificación del Código Penal

Por último, el PSOE cita la modificación del código penal que puede acabar con la caza y a la que también dieron su visto bueno los ministros la pasada semana, en concreto en este párrafo: «Se establece también una serie de agravantes entre las que destacan la mayor pena por usar armas, hacerlo con ánimo de lucro, hacerlo en evento público, con ensañamiento y (como novedad) casos de violencia vicaria a través de animales: maltrato o muerte del animal para coaccionar, intimidar, acosar o producir algún menoscabo psíquico a quien sea o haya sido su cónyuge o a la persona que esté o haya estado ligada al autor por una análoga relación de afectividad, aun sin convivencia».

No habla, por supuesto, de la gravísima inseguridad jurídica en la que quedarán los ciudadanos que practican la caza o la pesca en nuestro país.

Puedes descargar el argumentario en este enlace.