Un ganadero de la localidad asturiana de Siero fue denunciado el pasado año por su vecino por los mugidos de una vaca que escuchaba en su casa. El hecho, que ya fue protagonista en Jara y Sedal el pasado mes de octubre, se dio curiosamente en una zona que antes era propiamente rural, pero ahora está urbanizada. En los últimos días se ha conocido que, después de que los propietarios de la vaca recurriesen la multa de 300 euros que les fue impuesta, el Ayuntamiento ha decidido archivarla. 

Según narraron al programa Herrera en Cope, los propietarios de la explotación recibieron la citada multa porque el mugido de esta vaca que se llama Carmina y que tiene 15 meses superó el límite de decibelios permitidos. Según recogió el acta, los sonidos del animal alcanzaron los 74 decibelios, cuando la ley de ruido establece un máximo de 55.

Los dueños de Carmina argumentaron que cuando tuvieron que sacrificar a la madre de esta vaca, se sintió muy afectada y empezó a mugir más de lo normal: «Empezó a mugir mucho más porque al sacrificar a la madre tuvo que dejar de mamar de forma drástica», explicaba el propietario a Cope.

«Suena ridículo justificar los mugidos de una vaca»

«Nosotros quedamos totalmente sorprendidos, no sabíamos nada de esto y podemos justificarlo aunque suena ridículo justificar los mugidos de una vaca», añadió el propietario.

Ahora la concejalía de Infraestructuras Urbanas Mantenimiento y Conservación de Inmuebles Municipales y Medio Ambiente ha desestimado la sanción al considerar las alegaciones presentadas por la ganadería, «ya que no consta suficientemente acreditado que el ruido provocado por el animal se mantuviera en el tiempo y de forma intencionada por los dueños al haberse realizado solamente una medición de ruidos que coincide además con el destete del animal».

Por último, y a colación de este caso, recordamos cómo el joven Nacho Villar, de la ganadería asturiana Villar Payares -ubicada en Pola de Lena, protagonizó hace unos meses un vídeo dedicado a esas personas ajenas al medio rural que protestan y denuncian a los ganaderos y agricultores que hacen su trabajo.