Los animalistas encontraron dos cachorros de zorro en el campo y violaron las normas impuestas en el estado de alarma al viajar de Jaén a Granada para llevarlos. No es la única infracción que podrían haber cometido con total impunidad.

Redacción JyS

Así explica la protectora cómo llegaron los zorros al lugar. / Facebook

Los animalistas han vuelto a salir a la palestra en plena crisis del coronavirus por protagonizar una nueva polémica con una protectora de animales como eje. Los hechos, que relatamos a continuación paso a paso, han ocurrido en Andalucía y han sido narrados por ellos mismos a través de la página de Facebook de la protectora Corazones Olvidados de Granada.

«Hace unos días encontraron en un pueblo de Jaén a estos dos pequeños zorritos abandonados dentro de una caja en el contenedor de basura», cuentan en la citada página de Facebook. Probablemente, estarían resguardados en ese lugar a la espera de que su madre llegase con comida.

Las personas que encontraron a los animales silvestres decidieron ponerse en contacto con la Reserva Wild Forest, con sede en Cataluña, que ha protagonizado otras polémicas destapadas por Jara y Sedal como cuando le cortaron los testículos a un corzo o ‘rescataron’ a un corcino condenándolo. en realidad, a la muerte.

Hacer un trayecto sin una justificación de extrema necesidad está prohibido durante el estado de alarma en el que nos encontramos. Por ello, estos animalistas pensaron que lo ‘mejor’ era llevar a los zorros a la provincia vecina de Granada, de la que la separaban más de 100 kilómetros, en lugar de a Cataluña.

«Hasta que puedan viajar, estarán con una de nuestras compañeras de confianza, donde estarán cuidados con todo lo necesario hasta que se recuperen», señalan en la citada publicación, confirmando así el viaje. Incluso aseguran haber concertado una cita con el veterinario «para que pueda valorarlos».

Por último, afirman que «para los que se preguntan por qué no se pueden liberar, os copiamos la respuesta de Wild Forest», citando que «todo animal criado a biberón en cautividad considerado cinegético es ilegal soltarlo”, aunque el estado en el que encontraron los animales ni les confirma que fueron criados en cautividad ni mucho menos que estaban alimentados a biberón. Lo más probable es que estuviesen esperando a la madre, como ya hemos apuntado.

¿Qué infracciones podrían cometer al ‘rescatar’ un animal silvestre?

Además de las propias penas que el Real Decreto del estado de alarma lleva consigo y que incumplieron los animalistas, la sustracción de un animal salvaje de su hábitat «podría ser constitutivo de una infracción administrativa para el supuesto en el que no se encuentre una autorización administrativa para ello», explica el abogado Jaime Valladolid en declaraciones a Jara y Sedal.

Valladolid pone el ejemplo de los zoos, que necesitan una autorización específica expedida por la Administración para poder sustraer y tener a los animales en sus espacios. «Si se carece de ella, se estaría incurriendo en una infracción administrativa», apunta el abogado.

«También hay que preguntarse si estos hechos son constitutivos de un delito», expone este experto en leyes. «Efectivamente, el Código Penal establece esta conducta como un delito contra la flora y la fauna, en el caso de que estos animales se hayan extraído de una zona sometida a un régimen cinegético especial, como un coto de caza».

«Por otro lado, en el caso de que el animal se hubiese extraido de una zona protegida donde no se permite la caza o en el caso de que el animal fuese una especie protegida, como lobo o un oso, sería un delito grave o cualificado», concluye Jaime Valladolid.