El sindicato Unió de Pagesos (UP) ha pedido el amparo de los Mossos d’Esquadra después de que la noche del viernes al sábado pasado unos desconocidos entraran hasta en tres granjas de Les Garrigues, en la provincia de Lérida, pintaran amenazas contra los propietarios y destrozaran equipos como una antena de conexión a internet.

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El sindicato denunció el fin de semana estos hechos, que atribuyó a grupos animalistas, y ayer se reunió con responsables de la Policía catalana para pedir más vigilancia en las zonas rurales. También reclamó que se identifique a los autores de las entradas ilegales a las granjas y que el nuevo Govern apruebe un régimen sancionador para este tipo de acciones.

Las entradas se sucedieron en granjas de Els Omellons (donde cortaron los cables de la antena de telecomunicaciones); Arbeca (donde aparecieron pintadas con mensajes amenazadores) y Les Borges Blanques, donde los animalistas liberaron 200 parejas de perdiz roja. Jordi Armengol, responsable de Sectores Ganaderos de UP, dijo en declaraciones que recoge Europa Press que anteriormente se habían registrado entradas ilegales a granjas pero «hace 7 u 8 meses que no había ninguna», lo que atribuyó al confinamiento por la pandemia.

Destrozo de una de las torretas de internet en otra de las granjas. © Avicultura

Si estos hechos ocurrieran en Francia podrían ser castigados con penas de cárcel

Llama la atención que si estos hechos hubiesen ocurrido tan sólo unos kilómetros más al norte, habiendo traspasado ya la frontera de nuestro país con Francia, estos hechos podrían haber sido penados incluso con cárcel.

Tal y como Jara y Sedal publicó el pasado 22 de marzo, el Senado francés aprobó, como parte del proyecto de ley de Seguridad Global, una enmienda que penaliza la entrada ilegal a las granjas por parte de los animalistas. Por tanto, a partir de ahora, acceder a una instalación ganadera sin haber sido invitado a ella será sancionado con hasta tres años de prisión y una multa de 45.000 euros. Estos son todos los detalles.