Hace dos meses la policía cargaba contra los agricultores y ganaderos en las movilizaciones para reclamar precios justos. Ahora, gracias a ellos, los supermercados están abastecidos y los españoles puedan seguir llenando su despensa en el estado de alarma.

Redacción JyS

agricultores y ganaderos
Cargas policiales en Extremadura contra los agricultores. A la derecha, persona comprando en supermercado abastecido. / EP y Shutterstock

«Si el campo no produce, la ciudad no come». Ese fue uno de los lemas que, hace unas semanas, los agricultores y ganaderos gritaron en las calles y carreteras españolas en unas jornadas en las que reclamaban unos precios justos para sus productos.

Fueron días duros, de huelgas y movilizaciones con momentos de gran tensión en los que llegaron a enfrentarse a las cargas policiales. También fueron multados por circular por autovías con sus tractores. Los mismos tractores con los que combaten el coronavirus desinfectando las calles de muchos pueblos y localidades. Los mismo tractores que hoy hacen posible que los mercados estén abastecidos y los españoles podamos seguir llenando nuestras despensas en el estado de alarma.

«Los alimentos no crecen en las estanterías del supermercado»

Dani Forcadell es un arrocero del Delta del Ebro (Tarragona) que en declaraciones al medio provincial Diari de Tarragona reivindica el papel de los agricultores ganaderos: «Los alimentos no crecen en las estanterías del supermercado». Por eso, hace unos días el Gobierno modificó el Real Decreto 463/2020 para permitir que diversas personas puedan ir en el mismo coche si es para el traslado a las fincas y granjas de los trabajadores en el sector agrario y así garantizar el abastecimiento de productos a la población.

«Ahora comienzan a valorar nuestro trabajo», declara a este medio Carlos Sanz, granjero en la también localidad tarraconense de Tortosa. «A algunos ya no les parece que contaminemos tanto y se dan cuenta de que si cerramos fronteras necesitamos de los productos locales».

«¿Que si tengo miedo? Sí, pero el ganado debe comer todos los días»

José Antonio Caro, ganadero de 38 años de Salvatierra de los Barros, en Extremadura, pone en valor la figura del ganadero en pleno estado de alarma en el medio regional Hoy: «¿Que si tengo miedo? Pues sí, pero el ganado debe comer todos los días. No te puedes quedar en casa. Es la forma de ganarte la vida y no podemos parar», explica. «La gente del campo somos básica porque no se puede detener la fabricación de alimentos. La gente tiene que comer, pero esta crisis nos está haciendo también daño», enfatiza.

Asaja denuncia la «ruina» de agricultores y ganaderos por el cierre de restaurantes

Por otro lado, la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) ha denunciado este lunes que, a medida que se prolonga el estado de alarma por el Covid-19, productos como las carnes de ovino y caprino y derivados de la leche y frutas y hortalizas como chirimoyas, níspolas y espárragos se arruinan por falta de pedidos y hundimiento de precios.

Asaja también ha puesto de manifiesto la «difícil situación» en la que se están quedando algunos sectores ganaderos y hortícolas amenazados. Productores de ovino-caprino, cárnicos y de leche, se están llevando «la peor parte» debido al cierre de su principal canal nacional de ventas de hostelería, restauración y cafeterías.

Las frutas y hortalizas, en especial chirimoyas, níspolas y los espárragos, también se están viendo afectados por el cierre de los establecimientos de restauración y por la tendencia a la baja de exportaciones a Alemania, Francia e Italia.