La crítica de un agricultor andaluz a la Ley de Bienestar Animal se ha vuelto viral en TikTok, acumulando más de 60.000 visualizaciones en apenas cinco días. En su intervención, denuncia que la normativa solo afecta a quienes tienen animales domésticos, mientras que deja completamente desprotegida a la fauna silvestre. En su opinión, quienes realmente se preocupan por los animales del campo son los cazadores, a quienes reconoce su implicación directa en la conservación.
Una ley pensada «para sacarnos el dinero»
En su vídeo, el usuario identificado como @joseespinosagomez4 lanza un mensaje tajante y sin tapujos: «Ley de Bienestar Animal, una mentira y una farsa. Esa ley está hecha para los que tenemos animales, como nos pasemos en lo más mínimo, sacarnos el dinero y para que algunas asociaciones se les subvencione y se lleven el dinero». Según este agricultor, la normativa no tiene una verdadera vocación de defensa de los animales, sino que actúa como un sistema de sanciones y recaudación encubierta.
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Lejos de centrarse en aspectos domésticos, el protagonista del vídeo pone el foco en los animales silvestres, los grandes olvidados por el sistema legal. «¿Realmente se protege a los animales? A los nuestros a lo mejor sí, pero ¿quién protege a los animales del campo?», se pregunta con tono crítico. En su opinión, no hay interés institucional por cuidar la fauna que habita el medio rural.
Los cazadores, los únicos que ayudan

La reflexión más llamativa de este agricultor llega cuando señala quiénes son, a su juicio, los verdaderos aliados del campo: «¿Sabéis quién se preocupa? Los cazadores. Sí, sí, los cazadores. Son los únicos que veo ponerles comederos y bebederos. Que sí, son para luego cazarlos, pero siempre quedan». Con esta frase, reconoce abiertamente la labor de muchos cazadores que, al margen de la actividad cinegética, mantienen y sustentan la fauna silvestre en muchos entornos rurales.
Esta declaración ha provocado numerosas reacciones, tanto de apoyo como de crítica, pero ha servido para visibilizar una realidad que muchos profesionales del campo comparten: sin la implicación directa de determinados colectivos, muchos animales quedarían abandonados a su suerte.
El veneno, una amenaza silenciosa
Más allá de las leyes, el vídeo también aborda otro problema de fondo que amenaza a la biodiversidad del medio rural: el uso abusivo de productos químicos. «Entre todos, yo el primero, nos estamos cargando el medio ambiente. Es un desastre. Como no pongamos remedio…», advierte. Según explica, las perdices ya no pueden criar porque el veneno que se utiliza para tratar el campo acaba afectando gravemente a la cadena ecológica.
El agricultor hace una llamada a recuperar prácticas más sostenibles: «No tener tanta prisa en echar veneno… Nuestros abuelos salían con el escavillo… nuestros padres… y no se quejaban. Nosotros tenemos las rastras, la desbrozadora… tenemos un montón de inventos para quitar la hierba cuando se seque en verano. Estamos todos envenenados». Con estas palabras, reivindica una vuelta a métodos tradicionales que, aunque más laboriosos, resultaban menos agresivos para el entorno natural.
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Una crítica que conecta con el mundo rural
Este tipo de mensajes no solo reflejan la preocupación de un individuo, sino que dan voz a una sensación generalizada en el ámbito rural. Muchos agricultores y ganaderos consideran que se legisla desde los despachos sin tener en cuenta las realidades del campo. Y en esa desconexión, los animales salvajes quedan fuera de cualquier protección efectiva.
La viralidad del vídeo de José Espinosa demuestra que hay un interés social por estos temas y que, lejos de los tópicos urbanos, existen en el mundo rural muchas personas conscientes del impacto ambiental de sus actos. Unas personas que, como él mismo reconoce, se sienten impotentes ante una legislación que parece más diseñada para castigar que para ayudar.