El jabalí (Sus Scrofa) es el rey indiscutible de nuestra fauna en la caza de montería o batida en España. Esta especie es un amasijo de pelo y músculo, con una potencia desmedida así que acertar con el calibre adecuado debe ser una obligación para cualquier cazador.

En el mercado hay miles de calibres aptos para conseguir abatir al jabalí de forma limpia en un lance montero pero aquí te presentamos algunos de ellos que, por sus características, se han convertido en leyenda entre los monteros españoles. Nuestro experto en armas y munición Juan Francis París, los analiza a continuación. Seguro que alguna vez has cazado con alguno de ellos:

jabalí
© Jara y Sedal

1-. .30-06 Springfield, el duro entre los suaves

Es una munición norteamericana de origen militar que data de 1906, si bien no tardó en utilizarse en caza. Lo adoptaron todos los fabricantes de EEUU y de Europa, por lo que se ha cargado con una amplísima variedad de proyectiles de peso y diseño muy diferentes. Uno de los más modernos es el Extreme Point que fue presentado por Winchester en 2015 con un peso de 150 grains. Se trata de una bala de punta de plástico que posee un poder de parada muy alto gracias a su gran diámetro de impacto. 

2-. 7 mm. Remington Magnum, uno para todo

Fue introducido por la firma Remington en 1962 para practicar la caza a rececho en llanuras. No obstante, en nuestro país siempre se ha utilizado mucho en los puestos monteros, en una modalidad en la que especialmente sus balas de peso comprendido entre 150 y 175 grains expanden muy bien en nuestra fauna. Un ejemplo inmejorable es la bala Nosler Partition de 160 grains que monta la casa cartuchera Federal Premium, porque su núcleo de plomo está dividido en dos partes mediante un tabique y cuando impacta la punta expande rápidamente, mientras que la parte trasera continúa la penetración. 

3-. .300 Winchester Magnum, el auténtico poder de parada

Fue introducido en el año 1963 por Winchester y es otro ejemplo para recechar en llanuras que, sin embargo, se utiliza mucho en montería, donde proporciona muy buenos resultados con las puntas de peso comprendido entre 150 y 180 grains. Una de las más modernas es la bala RWS HIT, de 165 grains: un proyectil sólido de cobre niquelado que carece de núcleo de plomo y posee en la punta dos cámaras huecas y una inserción de polímero que es capaz de ceder gran cantidad de energía.

4. 9,3×74 R, lento pero devastador

Fue diseñado en Alemania en 1900 y hoy es el cartucho que más se utiliza en rifles express, sobre todo en España. En montería da muy buenos resultados especialmente con los proyectiles de hasta 250 grains, porque los más pesados expanden poco y la cesión de energía, si la bala no tiene un diseño muy expansivo, puede ser insuficiente. Un buen ejemplo de bala adecuada es la TOG que fabrica Brenneke con un peso de 247 grains. Se trata de un proyectil tipo torpedo de punta hueca provisto de un blindaje cuyo espesor decrece para que la expansión sea controlada.

5-. 10,3×68, la bestia del siglo XXI

Es el último as que se ha sacado de la manga RWS. La casa germana ha sabido adaptar sus famosas vainas de 68 milímetros hasta el diámetro de 10,3, descubriendo así un calibre moderno, poderoso y capaz de todo conjugando en un solo cartucho un poder de parada único con un retoceso cómodo y llevadero. Seguro que en poco tiempo será un must entre los monteros de nuestras sierras.

jabalí
© Tweed Media

6-. .338 Winchester Magnum, un titán con acento americano

Vio la luz en el año 1958 en Estados Unidos, cuando se trataba de encontrar un calibre lo suficientemente contundente para abatir sin problemas toda la fauna de gran tamaño de América. Aunque todo haría pensar que provoca un retroceso contundente, lo cierto es que en cuanto a sensaciones es algo menos al clásico .300 Win. Mag. y por supuesto, inferior a su hermano europeo, el 8x68S. Es una opción fabulosa para aquel que quiera cazar un jabalí en montería con un calibre de lo más veloz y poderoso.

7-. .30 R Blaser, el sello europeo

Fue desarrollado para la caza en el año 1991 por Gerhard Blenk, propietario de Dynamit Nobel, con la intención de competir de tú a tú con el popular .30-06 Springfield. Cargado con la punta adecuada ofrece unos resultados excelentes cuando nuestros objetivos son animales del porte de un jabalí o un venado, y con los proyectiles más livianos podrás cazar otros como corzos y zorros. 

8-. 8×68 S, contundencia clásica

Conocido como el mágnum alemán, nació durante los años 30 de la mano de la casa germana RWS, es uno de los calibres favoritos de los cazadores de jabalí y monteros que se preocupan por la velocidad y la potencia. No te dejes engañar por su aspecto tosco: este ocho milímetros es más rápido que casi todos los Remington Magnum, rozando en muchas puntas, como la clásica KS de RWS con 180 grains, los 1.000 metros por segundo.

9-. .35 Whelen, un yanki de montería

Presentado en el año 1922 por Remington, fue desarrollado a partir del popular .30-06 Springfield, que se modificó para aceptar un diámetro de bala de 9,1 milímetros. De esta manera se creó un proyectil mucho más poderoso, idóneo para la caza de animales de gran tamaño por su espectacular poder de parada –y además en tiraderos de corta distancia– y muy adecuado para rifles semiautomáticos.

10-. 7 mm. WSM, corto pero muy robusto

Se suma a la moda de los calibres cortos, como ya hicieron en su momento otros como el .270 WSM y el .300 WSM. Por su estructura no está diseñado para ser disparado con proyectiles muy pesados, siendo los de 150 grains los que ofrecen el mejor rendimiento. Es un cartucho perfecto para cazar en rececho que también ofrece muy buenos resultados en un puesto montero con el jabalí.