Un lobo con sarna se colaba en mitad de un pequeño pueblo de León el pasado domingo sobre las 20:00 de la tarde y se llevaba a un yorkshire en la boca. La voz de alarma la dio Imanol Fernández, un joven que presenció toda la escena y que ha narrado a Jara y Sedal lo sucedido. Además, este joven consiguió fotografiar al lobo un día después en Rozuelo, un pueblo a tres kilómetros de donde se produjo el ataque. 

Imanol estaba en una finca de su propiedad en la localidad de El Valle el pasado domingo junto a un amigo cuando escucharon «como un perro llorar» en un camino cercano. «Pensábamos que era un zorro pero luego lo miramos bien y vimos que era el lobo que llevaba a un yorkshire en la boca. Salimos corriendo detrás de él, pero enseguida desapareció», recuerda. Aunque pueda parecer extraño, no es nada raro toparse con el cánido en las inmediaciones de esta pequeña localidad de menos de un centenar de habitantes. Según dice el testigo, «en el pueblo ya lo habían visto más arriba. Había acorralado a un perro que se encontraba dentro de una finca pero cuando salio un señor ya se fue». 

Esta vez sin embargo el pequeño can víctima del ataque del lobo no corrió tanta suerte. El cánido se lo llevó entre sus fauces y, aunque Imanol trató de avisar rápidamente a su dueña, ya era tarde: «Ella y su marido salieron con un palo para ver si veían al lobo, pero fue imposible recuperarlo». 

El mismo ejemplar en otra toma.

Los avistamientos de lobos en la zona son habituales 

Un día después Fernández volvió a verlo «en otro pueblo, en Rozuelo». «A tres kilómetros de aquí de El Valle. Es el mismo y no es la primera vez que aparece en el pueblo», afirma. Según cuenta Imanol el lobo «daba asco, no tenía pelo y no era normal. Si no era sarna era algo parecido», pronostica. 
Por su parte el concejal y presidente de la junta vecinal de El Valle, Gabino Colinas, lo ha definido para Cadena Ser como «un lobo solitario de aspecto famélico». Él mismo asegura que en el camino entre Villaviciosa y La Ribera se encontró con otros tres lobos, aunque la apariencia de estos era buena. «El lobo tiene un radio de caza y se mueve, lo mismo está en Villaviciosa, que en Rozuelo o el Valle», ha explicado. 
Colinas ha puesto los hechos en conocimiento del agente Forestal de la comarca para que se trasmita la preocupación a la Junta de Castilla y León. «Las administraciones regulan la situación, por eso tendrán que venir a hacer los controles adecuados, que se determine si están o no enfermos y que se prevenga cualquier problema más grave», ha concluido.

Imanol pudo fotografiar varias veces al ejemplar.