Según ha confirmado a Jara y Sedal el presidente de la sociedad de cazadores del pueblo, el pequeño –de origen portugués– se encontraba de vacaciones en el municipio y jugaba con un amigo cuando se produjo el suceso.
18/4/2019 | Redacción JyS

Un niño de 12 años falleció a última hora del día de ayer en Coín (Málaga) después de recibir un disparo de una carabina de aire comprimido –popularmente conocida como escopeta de balines o de perdigones–. Al parecer, según ha confirmado a Jara y Sedal el presidente de la sociedad de cazadores del pueblo, Francisco Millán, el pequeño se encontraba jugando con su hermano en la zona central del pueblo, por donde en esos momentos pasaba la procesión de Semana Santa. «Vi que se generaba mucho revuelo y confusión, por lo que me acerqué a ver qué sucedía», recuerda Millán, que estaba presente «la Policía me confirmó que había sucedido algo muy gordo».
Al parecer los dos pequeños estarían jugando con la carabina cuando uno de ellos recibió un disparo que acabó con su vida. Aunque el caso se encuentra bajo secreto de sumario y hay una investigación en curso, Francisco Millán confirma a Jara y Sedal que los niños eran portugueses y se encontraban de paso en el municipio con su familia. Además, tampoco tenían ninguna relación con la caza en la zona: «Ni ellos ni sus padres pertenecen a la sociedad de cazadores de Coín», asegura.

No era un arma de caza

Conviene recordar que, tanto el Reglamento de Armas como las diferentes legislaciones de caza de España, prohíben expresamente el uso de las carabinas de aire comprimido para cazar y, además, limitan su potencia. Su uso sólo está autorizado para disparar al blanco y cualquier ciudadano puede poseer una, porque no se exigen requisitos adicionales como sí sucede con las armas de fuego, sometidas a un estricto control de concesión.