A la presencia de lobos reconocida por la Administración de ejemplares en los Monegros y los Pirineos, procedentes de la población franco-itálica, se suma ahora el descubrimiento de otros al sur del Ebro, en las provincias de Zaragoza y Teruel, en este caso de origen ibérico.

Según recoge Heraldo y tal y como asegura la asociación conservacionista Lobo Aragón, se habría identificado genéticamente a dos hembras de la población ibérica. Fuentes de técnicos relacionados con la conservación de la fauna en la región han corroborado el hecho. Las lobas, dicen, han sido captadas por las cámaras de fototrampeo y avistadas por agricultores y ganaderos de la provincia de Teruel. También se han observado en la de Zaragoza. Incluso se han recogido excrementos, analizados por los laboratorios de la Universidad Autónoma de Barcelona, que han podido determinar el origen ibérico de ambas.

La primera prueba del incremento de la especie en Aragón, ya que en realidad nunca llegó a desaparecer totalmente, data de marzo de 2017, en Pina de Ebro, a raíz de un ataque al ganado. El estudio de los excrementos revelaron su origen: habría cruzado desde Cataluña.

Meses después se descubrió por casualidad un segundo lobo, con el mismo origen, al revisar las cámaras de fototrampeo instaladas en la Ribagorza para registrar el paso de la osa Sarousse.

El descubrimiento de su expansión, días después de prohibir la caza de la especie

Tal y como la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, había anunciado en los últimos meses, la prohibición de la caza del lobo se hizo efectiva en todo el país «antes de que termine el periodo de veda de caza mayor». El pasado 21 de septiembre el Boletín Oficial del Estado publicaba la medida, que entraba en vigor al día siguiente.

Recordemos que la decisión de blindar al lobo fue adoptada por una controvertida votación en la Comisión Estatal de Patrimonio Natural del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, celebrada en febrero, y generó una fuerte polémica, puesto que se impidió el voto de alguna comunidad contraria a la medida y se desoyó a todas aquellas que tienen la mayor parte de los lobos de España, en contra de su blindaje.