Tras el lance llega el ritual de inmortalizar el resultado, y sólo tienes una ocasión para captar esa imagen que guardarás toda la vida en tu álbum cinegético. Te contamos cómo mejorar las instantáneas de tus trofeos recién abatidos. 
6/10/2019 | Texto: Ángel Vidal 
En una sociedad hipersensibilizada con el respeto al medio ambiente, en la que la actividad cinegética goza de escasa comprensión y donde la fascinación por la imagen impone a diario su tiranía, las fotografías de los trofeos que acabas de abatir tienen mucha más trascendencia de lo que imaginas: además de ser el recuerdo permanente, imborrable, de uno de tus lances, son el reflejo de tu respeto por el animal que has cazado y de la ética de la caza, sobre todo cuando tu público no esté muy familiarizado con esta afición.
Eso es precisamente lo que debe quedar plasmado en tus instantáneas y lo primero que debes tener en cuenta a la hora de preparar el ‘plató’ para tu sesión fotográfica. Para ello, huye de escenas que denigren al trofeo abatido: destierra de tu repertorio aquellas imágenes de cabezas cortadas, de piezas apiladas de cualquier manera sobre una alfombra de sangre o colgando de un árbol… y nunca ¡nunca! te subas encima de la pieza que has abatido. En este artículo te contaremos además cómo mejorar técnicamente tus instantáneas sin necesidad de tener conocimientos de fotografía.

Cómo preparar el trofeo

El respeto por el animal que acabas de cazar es lo primero que debes tener en cuenta a la hora de preparar el escenario de tu ‘sesión’ fotográfica. Sólo vas a tener una ocasión para tomar una foto de ese magnífico trofeo recién abatido, así que nada puede quedar a la improvisación. Los pequeños detalles son los más importantes: te contaremos a cuáles debes prestar mayor atención.
 1. Coloca al animal en una postura lo más natural y majestuosa posible, con las patas dobladas bajo su pecho y vientre.
 2. Intenta que su cabeza quede erguida, por ejemplo colocando debajo de ella una roca bonita o un tronco.
 3. No te olvides de cuidar todos los detalles: por ejemplo, la lengua de animal nunca debe quedar fuera.
 4. Evita las manchas de sangre en el animal y en el suelo. Lleva contigo papel o unos trapos para limpiarlas.

 5.No dejes que se vea el impacto de la bala –puedes taparlo con el rifle–. Si lo has cazado con arco, retira la flecha.
 6. Un truco es aprovechar el rigor mortis para que la pieza se sostenga por sí misma en la postura deseada. Para ello debemos tener un poco de paciencia y colocarlo en dicha posición durante cerca de una hora utilizando para ello palos o rocas.
 7. Si te sitúas detrás de la cuerna quizá evites que destaque: colócala mejor delante de un fondo limpio como el cielo, la nieve…
 8. Vigila que no se proyecten sombras en el animal, sobre todo las zonas de trofeo como, por ejemplo, la boca en el caso del jabalí.

 9. En el caso de la caza mayor, si son varios los trofeos con los que te vas a retratar es mejor colocarlos en semicírculo en lugar de alineados. Si hablamos de piezas de caza menor, procura que tengan un margen de separación entre ellas de unos cinco centímetros aproximadamente para que se puedan apreciar bien. Si son muchas, también puedes disponerlas en semicírculo.

Vístete para la ocasión

 1. Cuidado con las gorras y sombreros: proyectan molestas sombras en tu cara.
 2. Evita, en lo posible, que el sol te dé directamente en la cara: te hará posar con una expresión forzada, entrecerrar los ojos…
 3. Una foto es para siempre: péinate, métete la camisa por dentro ¡y fuera chaleco reflectante!

¿Qué escenario elijo?

 1. Elige un lugar iluminado con un fondo que permita que las piezas destaquen y que, a ser posible, refleje el entorno donde le has dado caza.

 2. Despeja el suelo que hay entre la cámara y el trofeo para que las matas y las hierbas altas no tapen al animal. Retira las mochilas, bolsas…
 3. Vigila que en el encuadre no aparezcan casas, vehículos, cercas… ¡o la sombra del fotógrafo!

Técnica fotográfica

Aquí tienes unos conceptos básicos muy sencillos para mejorar tus fotos, ya sea con una cámara compacta o réflex –de objetivos intercambiables–.
 1. Fotografiar es escribir con luz. Por eso, lo primero que tienes que tener en cuenta es que la escena posea una iluminación uniforme: es decir, que tanto el trofeo como tú ‘recibáis’ la misma cantidad de luz, no uno en sombra y otro en el sol.
 2.Una norma básica en fotografía es que nunca debemos disparar contra el sol –contraluz–: éste siempre debe estar situado a tu espalda, iluminando el motivo, en este caso, el trofeo.
 3. El amanecer y el atardecer son los mejores momentos para tomar cualquier fotografía. Las peores horas son las centrales, cuando los rayos del sol caen en vertical con toda su fuerza, provocando sombras duras y antiestéticas.
 4. Si la luz es muy fuerte y las sombras duras e inevitables –en la cara, en el trofeo…– puedes utilizar el flash de relleno –el que lleva incorporado tu cámara– para eliminarlas –como podríamos haber hecho en la foto de la izquierda–. También puedes utilizarlo al atardecer, cuando la luz ya escasea, pero recuerda que su alcance es de entre dos y tres metros.
 5. Si es de noche, es inevitable el uso del flash, pero ten en cuenta el efecto ojos rojos en las personas: para evitarlo, dispara con el modo ‘ojos rojos’ de tu cámara –identificado con el símbolo de un ojo en la rueda de programas–. Con el trofeo el efecto es de un destello blanco en sus pupilas: podemos evitarlo girando la cabeza del animal para que la luz no le llegue a los ojos directamente.

Profundidad de campo

 1. Con tu cámara compacta, si el entorno merece la pena y quieres tanto el fondo como el trofeo aparezcan enfocados, selecciona el programa ‘paisaje’.
 2. Si tienes una réflex y disparas con el programa automático seleccionará diafragmas bajos y el fondo saldrá desenfocado. Utiliza mejor el programa de prioridad a la abertura (A), selecciona un diafragma alto –más de f11– y utiliza un objetivo gran angular –menos de 50 mm–.
 3. Si quieres un fondo desenfocado para destacar el trofeo –cuando se trata de ramas, tierra… como en la foto de la izquierda– selecciona el programa ‘retrato’ en tu compacta y usa el zoom enfocando al animal –recuerda que el cazador debe estar muy cerca de éste–.
 4. Para lograr un fondo desenfocado con una réflex utilizas una distancia focal mayor –un teleobjetivo de entre 70 y 135 mm– con prioridad a la velocidad (S) seleccionando una mínima de 1/100. Si dispones de una lente angular o normal –50 mm–, en modo manual o de prioridad a la abertura (A) utiliza el diafragma más abierto que te permita tu objetivo –f3,5, f2,8…–.
 5. Y recuerda la técnica de enfoque: mantén presionado ligeramente el botón de disparo con el ‘punto de mira’ de tu cámara centrado en el trofeo; cuando ésta te avise de que ha enfocado, sin soltar el botón, compón la imagen, presiona y… ¡fuego!

¡Juega con tu cámara! 

 1. Da un toque artístico a tus fotos cambiando perspectivas y jugando con varias distancias focales –es decir, más o menos zoom–: con un gran angular –menos de 50 mm– acercándote a la cornamenta –al tiempo que el cazador se aleja unos metros del trofeo–, ésta aparecerá más grande pues las líneas de los objetos cercanos se distorsionan.
 2. Prueba los dos formatos, horizontal y vertical: el primero si hay muchos trofeos alineados, un grupo de cazadores… El segundo es más indicado para encuadres más cerrados, con uno o dos cazadores y un trofeo.