Los más de 32.000 cotos repartidos por toda España invertirán 15 millones de euros para llevar agua a la fauna salvaje, según un estudio elaborado por la consultora Deloitte.
27/5/2019 | Redacción JyS
Los cazadores españoles invertirán este verano 15 millones de euros en dar de beber a la fauna salvaje. Las contundentes cifras corresponden al estudio ‘Impacto Económico y Social de la Caza en España’ que la Fundación Artemisan presentó en abril del pasado año y que ha sido elaborado por la prestigiosa consultora Deloitte. Gracias a este pormenorizado estudio, el primero de tal magnitud elaborado en nuestro país, se ha podido conocer en profundidad la importancia de la actividad cinegética en España tanto a nivel medioambiental como social y económico.
Según el citado informe, la caza genera en España 6.475 millones de euros y crea 187.000 puestos de trabajo suponiendo el 0,3% del PIB del país. En cuanto a la contribución a las arcas públicas, el estudio descubre que la caza aporta 614 millones de euros, de los cuales el 33% son aportados directamente en concepto de tasas e impuestos para cazadores. Gracias al estudio de Deloitte, hemos podido conocer que los cazadores forman el colectivo que más dinero invierte en la conservación de la Naturaleza, solo superado por las administraciones públicas. En total, casi 300 millones de euros al año de los cuales 15 se destinan a llevar agua a las especies salvajes durante las épocas de mayor necesidad.
Los cazadores invierten 15 millones de euros en agua para la fauna
Del informe de Deloitte, en el que se indica que de media los cotos de caza españoles invierten 457,83 euros en cuanto a la gestión de puntos de agua, se desprende que para el total de cotos -32.817-, los cazadores ponen de su bolsillo nada menos que 15.024.607,11 euros. Una cantidad que, en su mayoría, se invierte durante la época estival, que es cuando más necesidad tiene la fauna.
De estas actuaciones se beneficia tanto la fauna cinegética como la no cinegética, entre la que se encuentran especies tan emblemáticas para nuestra fauna como el lince ibérico, o el águila imperial.