Los cultivos de las comarcas del Pirineo aragonés se están viendo especialmente afectadas por los suidos. Ante esto la Administración ha advertido de que las esperas son la manera más eficaz de frenar estos efectos.
20/4/2018 | Redacción JyS

Jabali
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Según publica el Diario del Alto Aragón, los permisos para cazar jabalíes en espera en la región de Sobrarbe y Ribagorza han aumentado un 70 % en marzo con respecto al año pasado -han pasado de 17 a 29 solicitudes-. Esto se debe a la necesidad de frenar los daños que el jabalí provoca en los cultivos, tanto en plantaciones de cereal como en pastos de alta montaña.
En las comarcas del Pirineo aragonés citadas anteriormente los daños están siendo especialmente notorios, tal y como han venido denunciando entidades agrarias como Asaja y Uaga. Incluso representantes de ambas asociaciones se llegaron a reunir con miembros del gobierno regional para tratar la delicada situación. 
Por su parte, desde la Consejería de Desarrollo Rural aragonesa han advertido que desde el pasado 25 de febrero, fecha en que acabó la temporada de batidas, se pueden pedir permisos por daños. Estos permisos se otorgan para reducir la población de jabalíes mediante esperas -diurnas y nocturnas- y batidas.
A su vez, desde el mismo estamento han explicado que no se puede elaborar una orden que prolongue el periodo de batidas «de forma rápida». Los servicios jurídicos han advertido que deberían seguir el cauce habitual de un plan general de caza, lo que tardaría entre cuatro y cinco meses.
Para que la Administración pueda aprobar los permisos para esperas los cazadores deben contar con la conformidad del titular del coto o del propietario del terreno, enviar al Inaga el modelo de comunicación (Anexo 90 Inaga) acompañado del modelo 30.90 para el caso de los cotos y del modelo 90.V en las zonas no cinegéticas, tal y como citan en el medio nombrado con anterioridad.
En el caso de las esperas nocturnas, los cazadores deberán remitir a la Guardia Civil y al área medioambiental correspondiente con un mínimo de 24 horas de antelación a la caza, la aceptación del Inaga.
Por último, desde el gobierno regional han afirmado que las batidas son más difíciles de autorizar por los requisitos a tener en cuenta, tales como la presencia de aves protegidas y otras especies de similar catalogación.