En un vídeo publicado recientemente por APAG Extremadura Asaja, la entidad expresa su rechazo frontal a la entrada en vigor de la Ley de la Restauración de la Naturaleza, impuesta desde Europa. Juan Metidieri, presidente de la asociación, recalca en la filmación que la normativa va en contra de la agricultura y la ganadería y que perjudicará al medio rural español.

Metidieri señala que se trata de una ley impuesta desde Bruselas «por aquellos que poco o nada saben del campo», además de estar hecha «con nocturnidad y alevosía» al haberse puesto en marcha en el mes de agosto. Según él, «nadie quiere restaurar y tener más vida en el campo que nosotros, los agricultores y ganaderos, que llevamos toda la vida generando vida en nuestros campos». De esta manera, lamenta que los políticos europeos estén legislando sin escuchar y sin pisar el terreno, provocando el despoblamiento rural.

Por último incide: «Mostramos nuestro total y absoluto rechazo a una ley que viene a perjudicar gravemente a las zonas rurales».

Recordamos que el polémico texto de la nueva normativa establece medidas para rehabilitar, al menos, el 20% de las zonas terrestres y marinas de la UE para el año 2030, así como todos los ecosistemas degradados de cara al 2050. Estas medidas incluyen obligaciones y objetivos en diferentes ámbitos de actuación como las tierras de cultivo, los ríos y los bosques. Asimismo, la ley también se aplica en zonas urbanas para tratar de revertir, de forma gradual, los daños ambientales ocasionados por el cambio climático y la actividad humana descontrolada.


¿Cómo afectará la Ley de Restauración de la Naturaleza a la caza?


Ante estas medidas, el sector agrícola ha asegurado que esto sería una amenaza para su estilo de vida. Una vez aprobada, la norma obligará a los agricultores a abandonar un 10% de las tierras cultivables y podría poner en riesgo la seguridad alimentaria, ya que limita el uso de fertilizantes químicos sin que existan alternativas viables.

En resumen, la Ley de la Restauración de la Naturaleza ha generado una fuerte oposición entre los agricultores y ganaderos de Extremadura, quienes consideran que las políticas europeas están desconectadas de la realidad del campo y podrían tener consecuencias negativas para las zonas rurales.