Desde hace unas semanas, muchos medios de comunicación han generado una importante preocupación al asegurar que hay una nueva enfermedad que vuelve zombis a las palomas. Pero, aunque la enfermedad sí existe, no se trata de una novedad. Se trata del paraximovirus, también conocido como enfermedad de Newcastle, y ha sido detectado en varias palomas del Reino Unido. En concreto, los primeros positivos llegaron de la isla de Jersey, algo que la opinión pública rebautizó como de las palomas zombis, ya que la enfermedad provoca que el sistema neurológico de estas aves se vea afectado y su comportamiento sea errático con reacciones sorprendentes, como alas temblorosas o que su cuello se tuerza violentamente.

En España, la enfermedad tampoco es nueva. De hecho, el Ministerio de Agricultura posee un programa de vigilancia desde hace años y que también ha actualizado este 2022. En él, explica que la enfermedad de Newcastle es una infección vírica relativamente frecuente en la cabaña avícola y extendida por todo el mundo. Afecta exclusivamente a aves y se transmite fundamentalmente por contacto entre animales infectados. Tanto en este programa como en su web, el MAPA expone que «no supone ningún riesgo para el ser humano desde el punto de vista de la seguridad alimentaria». Según los expertos, la posibilidad de que afecte al ser humano es prácticamente nula.

Eso sí, señalan que la infección causada por el virus de la familia Paramyxoviridae que puede afectar a todas las aves puesto que es altamente contagiosa. La forma habitual de presentación es una infección respiratoria pudiendo observarse, también, depresión, manifestaciones nerviosas o diarrea, como así se muestra en los últimos vídeos que se han hecho virales de palomas en Reino Unido.

Asimismo, se trata de una enfermedad que, al encontrarse endémica en aves silvestres de forma natural, puede afectar a las aves domésticas en cualquier lugar del mundo, por lo que la mayor parte de los países han decidido aplicar una política de vacunación en éstas.

¿Cómo se transmite la enfermedad de Newcastle y cuál es su tratamiento? ¿Puede afectar a palomas torcaces de España?

Paloma torcaz volando. ©JDG
Paloma torcaz volando. ©JDG

La transmisión suele ser debida al contacto directo con las secreciones de las aves infectadas, principalmente a través de la ingestión e inhalación o al contacto indirecto con algo que haya sido contaminado.

El período de incubación es de 2 a 15 días con un promedio de 5 a 6 días; aunque en algunas especies puede ser de más de 20 días. No existe tratamiento frente a la enfermedad, por lo que se recomiendan medidas de bioseguridad para reducir contacto entre aves domésticas y silvestres, así como médica basada en el empleo de vacunas. En España, se utiliza la vacunación frente a la enfermedad y en los últimos años no se han detectado focos de enfermedad de Newcastle en aves de corral.

Si bien como decimos no es común en nuestras fronteras, es posible que se transmita a torcaces y otras aves salvajes de nuestro país, algo que no es nuevo y que se conoce desde hace tiempo con casos esporádicos. No obstante, los expertos consultados por este medio hacen un llamamiento a la calma.

Por el momento, España es país libre de la enfermedad

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Paloma torcaz. © Shuttersotck

El Real Decreto 526/2014, de 20 de junio, establece la lista de las enfermedades de los animales de declaración obligatoria y se regula su notificación. De acuerdo con el Artículo 10.9.3. del Código Sanitario para los Animales Terrestres de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), un país o territorio podrá recuperar su estatus sanitario de enfermedad de Newcastle tres meses después de la finalización de la limpieza y desinfección de todas las explotaciones afectadas. Por consiguiente, desde del 13 de octubre de 2022 la totalidad del territorio español, recuperó el estatus de país libre para  la enfermedad según lo establecido en el código de la OMSA.

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