La viruela del mono, un virus zoonótico que persiste en los reservorios animales y que se propaga periódicamente a los humanos, está provocando nuevos brotes. Durante el detectado este 2022, el virus ha persistido a través de la transmisión entre humanos, en todos los continentes principales y durante más tiempo que en cualquier registro anterior. 

Esta propagación sin precedentes crea la posibilidad de que el virus se ‘revierta’ en las poblaciones animales locales susceptibles. La transmisión persistente entre tales animales plantea la posibilidad de que el virus de la viruela símica se vuelva enzoótico en nuevas regiones. Sin embargo, aún se desconoce la gama completa y específica de posibles huéspedes animales y reservorios de la viruela del simio, especialmente en áreas no endémicas de riesgo reciente.

Un nuevo estudio puesto en marcha por la Universidad de Liverpool está utilizando conjuntos de clasificadores e identificando qué especies animales son potencialmente susceptibles a este virus.

«La transmisión persistente entre tales animales plantea la posibilidad de que el virus de la viruela del mono se vuelva enzoótico en nuevas regiones. Sin embargo, aún se desconoce la gama completa y específica de posibles huéspedes animales y reservorios, especialmente en áreas no endémicas de riesgo reciente», expone.

Los científicos muestran que el número de especies potencialmente susceptibles está actualmente subestimado entre 2,4 y 4,3 veces, y que «una alta densidad de especies silvestres susceptibles son nativas de Europa». «Proporcionamos listas de estas especies y destacamos huéspedes de alto riesgo de derrame y posibles reservorios a largo plazo, que pueden permitir que el virus de la viruela símica se vuelva endémico», añaden.

El zorro rojo europeo y la rata parda, entre los posibles reservorios de la viruela del mono

viruela
Regiones con más especies proclives a convertirse en reservorio de la viruela del mono. © U. L

El estudio destaca que el zorro rojo europeo y la rata parda, ya que han establecido interacciones con desechos urbanos y aguas residuales potencialmente contaminados lo que proporciona «un mecanismo para un posible derrame», se encuentran entre los posibles reservorios de la viruela del mono. 

«Anticipamos que nuestros resultados permitirán la vigilancia activa dirigida de posibles eventos de contagio, para minimizar el riesgo de que el virus se vuelva endémico en estas regiones», indican. Sus resultados también inciden en «el potencial de los perros y gatos domésticos (últimos ahora confirmados) que son susceptibles al virus de la viruela del simio y, por lo tanto, respaldan los consejos de muchas organizaciones de salud para los humanos infectados de evitar la interacción física con las mascotas».