El Gobierno registró el pasado martes 2 de agosto en el Congreso de los Diputados el Anteproyecto de Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales después de que, ni siquiera 24 horas antes, este fuese aprobado en Consejo de Ministros. Según adelantaba meses antes Sergio García Torres, director general de derechos de los animales, la esterilización de mascotas se determinará por reglamento y al menos la mitad de las que haya en una vivienda deberán ser esterilizadas, con el objetivo de imposibilitar la cría. En el caso de los perros de caza especificó: «Todos los perros o gatos que tengan acceso al exterior deberán ser esterilizados»

Esta medida es contraria al criterio de los expertos veterinarios, puesto que la esterilización de una mascota conlleva una serie de riesgos de salud para el animal. El Colegio de Veterinarios de Málaga publicó a principios de 2018 las conclusiones del evento Málaga Vet Summit que reunió a cinco expertos en reproducción, etología, inmunología y oncología para exponer y debatir las distintas versiones científicas sobre la utilidad o no de esterilizar a los animales de compañía. Entre las conclusiones a las que llegaron advirtieron que la castración nunca deberá ser planteada de manera sistemática y rutinaria a todas las mascotas. «Son los propietarios los que deben decidir y aceptar dicho procedimiento una vez hayan sido convenientemente informados sobre las ventajas y los inconvenientes del mismo», puede leerse en la guía de recomendaciones que elaboraron tras el evento.

A continuación hemos recopilado precisamente esos problemas de salud que pueden aparecer si esterilizamos a nuestras mascotas y que podría convertirse en obligatorio si se aprueba finalmente la nueva ley de bienestar animal.

1. Tumores

Los estrógenos y la progesterona tienen un papel importante sobre la inmunidad, motivo por el cual la castración puede suponer un aumento en el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer.

2. Osteosarcoma (cáncer de huesos)

Existe un efecto protector de las hormonas sexuales durante el desarrollo y mantenimiento de la estructura ósea. Los estrógenos y la testosterona pueden inhibir la proliferación y malignización de los osteoblastos. Por este motivo la castración puede aumentar ligeramente el riesgo de padecer osteosarcomas, sobre todo si se realiza antes del año de edad.

3. Carcinoma prostático (cáncer de próstata)

Un macho castrado tiene de 2-8 veces más probabilidad de padecer este tumor.

4. Hemangiosarcoma (cáncer de bazo)

La probabilidad de padecer hemangiosarcoma –un tipo de tumormaligno- es mayor en animales castrados. Los machos y las hembras castradas tienen más del doble de riesgo de desarrollar un hemangiosarcoma esplénico que los animales enteros. Las hembras castradas tienen 5 veces más riesgo que los machos castrados de desarrollar un hemangiosarcoma cardíaco.

5. Linfoma y linfosarcoma

La castración supone 3-4 veces mayor riesgo de padecer trastornos linfoproliferativos, sobre todo si la cirugía es temprana (edad prepúber), donde la probabilidad se triplica.

6. Mastocitoma (cáncer de piel)

Las hormonas sexuales parecen tener un efecto protector para este tipo de tumor aunque todavía no se han descubierto receptores estrogénicos en estas células tumorales. La frecuencia de aparición de mastocitoma aumenta en hembras castradas, y suelen aparecer a una edad avanzada. Si la castración es temprana implica que los tumores aparezcan a más pronta edad.

7. Carcinoma de células transicionales (vejiga)

La castración supone el doble de riesgo de padecer tumores de las vías urinarias.

8. Incontinencia urinaria

Puede ser muy molesta para los propietarios del animal. Hay algunas razas predispuestas a padecer esta enfermedad, afectando más a perras de talla mediana-grande. Las perras enteras tienen muy poca incidencia de incontinencia urinaria: 8 veces menos que las castradas.

9. Infección urinaria persistente

Hay más riesgo en hembras castradas antes de la pubertad.

10. Inmadurez de los órganos genitales

Puede provocar una dermatitis perivulvar crónica, agravada si la perra tiene obesidad debido a la castración. Existe un mayor riesgo de vaginitis. La frecuencia de presentación aumenta en perras castradas prepúberes.

11. Riesgos quirúrgicos

La incidencia incluye: infecciones, abscesos, dehiscencia de suturas, suturas mordisqueadas, hemorragias, síndrome del ovario remanente, inflamación de la vulva, cambios de comportamiento, piómetra del muñón, lesión ureteral, riesgos anestésicos…

12. Obesidad

Tras la castración, sobre todo en las hembras, se produce un aumento del apetito. Como también supone una reducción del índice metabólico y de las necesidades energéticas, los animales castrados tienen más probabilidad de padecer sobrepeso u obesidad, debiendo ser controladas con una correcta pauta de alimentación y de ejercicio.

13. Alteraciones ortopédicas

Los estrógenos influyen en el crecimiento óptimo de los huesos. La castración supondrá un retraso en el cierre de las físis óseas y por consiguiente los huesos crecerán más de lo normal. Este hecho, unido al aumento de peso frecuente en los animales castrados, puede conllevar teóricamente a una mayor presentación de patologías articulares (displasia…), fracturas óseas, rotura de ligamento cruzado anterior, etc.

14. Enfermedades inmunes

A nivel inmunológico hay una interrelación directa entre las hormonas sexuales y el sistema inmune, de modo que el estado sexual del animal influirá significativamente en la posibilidad de padecer enfermedades infecciosas y/o inmunitarias.

15. Reacciones vacunales

Los animales castrados, debido a la privación hormonal, padecen más enfermedades inmunes y tienen más probabilidad de padecer reacciones vacunales.

16. Hipotiroidismo

Los animales enteros padecen menos tiroiditis inmunes (motivo de hipotiroidismo). La progesterona aumenta la producción de hormonas tiroideas.

17. Síndrome de disfunción cognitiva (SDC)

Esta patología tiene la misma prevalencia en animales castrados que en enteros. Sin embargo, la testosterona tiene cierto efecto protector y ralentiza su progresión en caso de que el animal la padezca. Por este motivo la castración está totalmente contraindicada en animales que manifiesten signos debido al SDC (como por ejemplo eliminación inadecuada en casa) ya que pasarían con más rapidez del nivel medio de disfunción al severo. Este deterioro cognitivo, una vez instaurado, siempre avanza con la edad.

18. Problemas de comportamiento

Está contraindicada la castración en una hembra que tiene agresividad intrasexual o competitiva (hacia personas), excepto cuando dicha agresividad se produce sólo cuando tiene el celo. El comportamiento agresivo tras la castración es más extremo en las hembras que eran agresivas antes de la cirugía.

Otros comportamientos que empeoran con la castración

Miedo a tormentas, ruidos, disparos…,ansiedad por separación, hiperactividad, excitabilidad, timidez, micción por sumisión…