Si hay una cuadrilla de cazadores célebre en Galicia por abatir grandes jabalíes, conocidos en la zona como ‘vakamulos’, esa es la de Monteros Ribeira Sacra, que cada semana sorprenden a miles de cazadores de todo el país por el tremendo volumen de los macarenos a los que dan caza.
Las favorables condiciones para la proliferación de esta especie en la zona, llena de castaños, de frondosa vegetación y de tranquilidad para las piezas -pilar fundamental para que se puedan reproducir- hace que, cada temporada, acaben con decenas de estos grandes animales abatidos.
Hoy hemos querido recopilar seis de los jabalíes ‘vakamulos’ más imponentes que han conseguido cosechar en los últimos meses en las cercanías del Cañón del Sil, donde suelen practicar estas batidas (entre las provincias de Lugo y Orense).
El padre de Senén Ramos, un veterano cazador que siempre da alegrías a la cuadrilla
‘El cañón del Sil no defrauda’, titulaban el pasado mes de octubre en un exitoso inicio de temporada de ‘vakamulos’ en esta zona. En la imagen se puede observar un buen ‘navajero’ abatido por esta cuadrilla gallega. Tras él, llegó otro tremendo animal abatido por Senén Ramos padre, que forma parte de la ‘vieja guardia’ de este grupo de cazadores y que, sin duda, sigue haciendo las delicias de éstos cada vez que se echan al monte por su sabiduría y por su pericia rifle en mano.
Un intenso inicio del ‘enero vakamulero’
El mes de enero también comenzó de forma exitosa para la cuadrilla de Monteros Ribeira Sacra, pudiendo hacerse con este gran ejemplar que fue avistado en medio de una pista forestal por parte de uno de sus miembros. El mes prosiguió con una gélida estampa: la de parte de los terrenos del Cañón del Sil nevados. En ese contexto desarrollaron la actividad cinegética desde esta cuadrilla y lograron abatir otro tremendo ejemplar.
Así remataron el mes en esta célebre cuadrilla
El pasado sábado 27 de enero, para rematar el exitoso mes en esta célebre cuadrilla, abatieron un espectacular jabalí «que se resistió a salir de su tupido encame» alrededor de árboles centenarios en el entorno del convento de Santo Estevo.
Por otro lado, al día siguiente -el pasado domingo 28 de enero- el grupo de cazadores gallego consiguió su última gran captura en un gancho en el que vieron gran cantidad de corzos. A primera hora de la tarde, apareció este gran animal hallado por Ángel Soto, uno de sus componentes.