El ganado vacuno produce diariamente en torno a 300 litros de metano por animal que contaminan la atmósfera. Debido a ello desde Bruselas se plantean cobrar un impuesto a los ganaderos.
15/3/2019 | Redacción JyS
Desde la Unión Europea se plantea la posibilidad de que los ganaderos tengan que pagar un impuesto por las flatulencias de su ganado. Este impuesto se debería a los gases de efecto invernadero que producen estos animales a diario: unos 300 litros de metano.
Ganaderos y agricultores europeos pagarán caro el calentamiento global. Y no solo por los previsibles efectos del cambio climático sobre el ganado y las cosechas, sino también porque las autoridades comunitarias buscan la manera de hacerles pagar por las consecuencias que, en términos de contaminación ambiental, tiene su actividad.
Según expertos de la Unión Europea este impuesto se debe a que este sector es el responsable del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera y para intentar reducir esta cantidad de emisiones nocivas se plantean diferentes medidas como modificar la alimentación de los animales para reducir la cantidad de gases que genera el rumen de las reses durante el proceso de digestión o bien, como plantean desde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), establecer un impuesto a la leche y la carne europeas.
Aunque hasta el momento no han trascendido datos concretos sobre el hipotético alcance de esta medida, varios expertos la engloban dentro del nuevo marco normativo para el período entre el 2021 y el 2030 que persigue reducir un 40 % las emisiones de este tipo de gases nocivos. En cualquier caso, no es la primera vez que se plantea una iniciativa de este tipo, con la que se persigue reducir el consumo de carne y, consecuentemente, también el número de rumiantes que están considerados como grandes productores de metano.