José López y Esther Mateos abatían el pasado 13 de enero en Ávila un magnífico jabalí que había aguantado aculado en una zarza después de disparar en el mismo sitio a otro más pequeño. Relatan para Jara y Sedal cómo se desarrolló el lance. 
15/3/2019 | Redacción JyS 
Una finca en las cercanías de la localidad abulense de La Horcajada fue el escenario en el que una pareja de castellano leoneses abatiera el pasado 13 de enero un jabalí con unas enormes defensas. La instantánea ha impactado en las redes sociales no sólo por la situación en la que ambos comparten afición, sino por la dimensión de los colmillos del animal. Ahora cuentan para Jara y Sedal cómo se desarrolló el curioso lance. 
José López y Esther Mateos se disponían a cazar en mano y con escopeta junto a sus perros. «Era un día como otro cualquiera», explica Esther Mateos en cuanto a la jornada cinegética en la que abatieron el suido. Después soltar los perros y andar durante varios minutos, llegaron a una zarza «donde estaban los dos macarenos», relata. 

Así fue el lance

Esther junto a los dos jabalíes y uno de sus perros.

Poco después de lanzarse los canes al interior del arbusto, «salió un jabalí pequeño, de unos 50 kilos de peso», que cayó de un certero disparo, nos cuentan. Los canes fueron también protagonistas a la hora de abatir al segundo ejemplar, que había aguantado toda la jugada escondido en la misma zarza sin ninguna intención de abandonarla.
«Los perros agarraron el pequeño y el grande se quedó en la zarza», dice Esther. A los pocos minutos sí consiguieron sacarlo del encame momento en que aprovecharon para abatirlo de otro buen disparo de escopeta. «El cochino salió desde debajo de una rama de una encina y le tiramos a cincuenta metros», explica José López a este medio. Según no llegaría a 100 kilos: «No era muy grande, pero la boca nos impresionó», admite.
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José López y Esther Mateos abatieron este gran jabalí. / E.M.

Dos jóvenes unidos por la caza

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Los dos jóvenes, con una jabalina abatida. / E.M.

José López y Esther Mateos forman parte de un conjunto de jóvenes con gran afición en la localidad, en el que la mescolanza con los cazadores más veteranos forman un gran compendio. «Llevamos cazando desde bien pequeños en el coto del pueblo de La Horcajada. Todos los días de caza, cuando empieza a salir el sol, cargamos los perros en el remolque y cada fin de semana vamos a un sitio distinto del coto, ya que es un término grande», explican.
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La pareja, junto a los amigos de La Horcajada también cazadores. / E.M.

Cazar en pareja

Este impactante animal de 24 puntas fue el gran triunfador de la jornada. / M.M.

Jara y Sedal ha publicado en los últimos meses crónicas de caza en pareja, una buena costumbre a la hora de compartir afición. Curiosa fue la historia de esta joven pareja que cazó un ciervo de 24 puntas en una montería en abierto. Los jóvenes señalaron a Jara y Sedal que cuando llegaron al lugar donde fue abatido el gran animal «no nos esperábamos que fuera tan espectacular, no nos lo podíamos creer».
También otra joven pareja cazó un extraordinario jabalí medalla de oro en Soria. Uno de los cazadores, que ya había escuchado por la emisora que se acercaba un gran jabalí hacia su postura, falló los dos primeros disparos. Lo que le sucedió a partir de que apretó el gatillo por tercera vez junto a Berta, su novia, no lo olvidará en la vida.