Por Juan Francisco París

Entre los binoculares que guardo en mi armero se encuentra un Swarovski EL, que hasta el lanzamiento del NL Pure era el modelo de mayor gama y precio de la marca austríaca. Cuando lo usaba me parecía tan claro, tan nítido y con una mecánica tan precisa que en más de una ocasión me he preguntado si la marca lograría hacer otro modelo con una calidad óptica superior y, de ser así, cómo lo lograría, ya que pensaba que la del EL era difícilmente superable. Pues bien, me equivocaba, y trataré de explicar más adelante la razón de mi error.

Swarovski NL Pure

En la zona anterior del puente se instala el reposafrente y su diseño ergonómico. © Swarovski Optik  

Un diseño cuidado

NL son las iniciales del inglés nature lover, por lo que el nombre de los prismáticos se podría traducir literalmente como amante de la naturaleza pura. Son los prismáticos más ergonómicos que he probado, ya que su cuerpo, forrado en goma de color verde antideslizante, es diferente al de cualquier otro dispositivo óptico de este tipo. Los tubos, unidos por un solo puente, no son rectos sino que presentan una curvatura con forma de cintura que proporciona un apoyo más cómodo para los pulgares y consigue que se ajusten mejor a las manos con el objetivo de que se puedan usar durante más tiempo sin que  apenas demos muestras de fatiga. 

Además, las conchas del ocular son giratorias para que los cazadores que utilicen gafas puedan observar a través de ellos sin dificultades, y ajustables en cuatro posiciones –baja, intermedia, media, y alta–. La rueda de enfoque central estriada aloja en la parte superior una diminuta palanca que sirve para ajustar las dioptrías cuya escala es visible a través de la parte posterior de la rueda de enfoque.

El cuerpo está diseñado para que las tapas de los objetivos permanezcan enganchadas de la parte inferior de los tubos con el fin de que no se puedan perder. Por último en el puente se le puede acoplar un nuevo accesorio que permite observar con la frente apoyada en el binocular y, por tanto, realizar observaciones prolongadas o más estables que a pulso. Se denomina apoyafrente o reposafrente y se puede adquirir por 129 euros.


El reposafrente está diseñado para observaciones prolongadas más cómodas y estables. © Swarovski Optik  

Swarovski NL Pure en tres versiones

El Swarovski NL Pure se fabrica en versiones 8×42, 10×42 y 12×42, siendo la primera la que ofrece un mayor campo de visión de todas con unos notables 159 metros. Cabe añadir que se presenta en un estuche de muy buena calidad con las instrucciones y un nuevo kit ecológico para limpiar el cuerpo de los prismáticos que está compuesto por una pastilla de jabón biodegradable sin aceite de palma y un cepillo de madera –Swarovski es una empresa comprometida con la protección del medio ambiente, y lo deja claro con detalles de este tipo–.

Curiosamente, los NL Pure no utilizan una tecnología óptica superior a los de los EL, sino la misma de todos sus modelos de alta gama: lentes con recubrimientos Swarotrop y Swarodur y prismas con recubrimientos Swarobright que, en conjunto, consiguen imágenes que permiten distinguir a la perfección los matices de color y de forma nítida los detalles, por lo que los objetos se aprecian tal y como se ven a simple vista, como bien sabe cualquier propietario de un binocular de alta gama de la marca. Entonces, ¿por qué se ve mejor con los NL?, me pregunté cuando tuve conocimiento de que Swarovski había anunciado unos binoculares con la misma tecnología que los EL. 


Detrás de la rueda de enfoque se encuentra la escala de ajuste dióptrico. © Swarovski Optik  

Visión total

La respuesta es doble. Por un lado, el campo de visión de todas las versiones NL Pure es muy amplio. Por otro, Swarovski ha rediseñado las lentes del objetivo para que sus bordes sean prácticamente imperceptibles. Como consecuencia, cuando observas cuentas con un gran campo de visión y sin que nada te moleste. Esto sumerge al usuario dentro de la escena como nunca antes lo había hecho ningún binocular. Es como si estuvieras asomado a un balcón. No se me ocurre otro ejemplo mejor para explicar este  singular efecto.

Así probamos los Swarovski NL Pure

El Swarovski NL Pure 10×42 no es un prismático pequeño ni ligero, pero, aunque mide 15,1 centímetros de longitud y pesa 850 gramos, ni su tamaño ni su peso fueron un hándicap durante las jornadas en que he tenido la oportunidad de probarlo.

Estoy seguro de que la razón no fue sólo la gran ergonomía de su cuerpo, sino, sobre todo, que mirar a través de ellos se convierte en algo adictivo. Los bordes de sus objetivos apenas delimitan el campo de visión, por lo que te puedes pasar horas contemplando paisajes y realizando observaciones a corta distancia: parece que estás al lado de la planta o del objeto que estás observando y que si alargas el brazo lo puedes tocar.

Sus datos

  • Aumentos: 10x.
  • Diámetro del objetivo: 42 mm.
  • Lentes: con recubrimientos Swarotrop y Swarodur. 
  • Tipo de prismas: en techo con recubrimiento Swarobright.
  • Transmisión de la luz: 91%.
  • Campo de visión: 133 m a los 1.000.
  • Enfoque: rueda central con mando de corrección dióptrica integrado.
  • Pupila de salida: 4,2 mm.
  • Oculares: giratorios de cuatro posiciones.
  • Peso: 850 g.
  • Precio: 2.900 euros.
  • Más info: swarovskioptik.com
  • Distrubuye: esteller.com
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