La serie documental Seprona en Acción, emitida por el canal DMAX, ha vuelto a mostrar el trabajo diario de este cuerpo especializado de la Guardia Civil. En uno de sus episodios, las cámaras captaron un control rutinario en el que un cazador fue sorprendido aparentemente con varios incumplimientos legales que podrían haberle salido caros.

Durante la intervención, uno de los agentes requirió la documentación del arma al cazador, momento en el que comenzaron las complicaciones. Visiblemente alterado por la situación, el hombre no era capaz de encontrar el documento que acredita la legalidad del arma. «Lo que no encuentro es la guía», se le escucha decir mientras el agente sostiene el arma intervenida.

Después de rebuscar durante varios minutos entre sus papeles, finalmente da con la documentación correcta: «Aquí tiene usted la guía», dice aliviado. Los nervios, según muestra el vídeo, jugaron una mala pasada al hombre, que no lograba ubicar un documento clave para justificar la tenencia del arma. De no haberla presentado, la sanción podría haber oscilado entre 300 y 600 euros, además de la incautación del arma por parte de los agentes.

Navajas fuera de lugar

La situación no terminó con el hallazgo de la guía. Al revisar las pertenencias transportadas en el vehículo, los agentes localizaron varias navajas dentro del habitáculo, un detalle que también puede acarrear consecuencias legales. Según recuerda uno de los agentes en el reportaje, este tipo de herramientas deben ir correctamente guardadas en el maletero y dentro del morral.

El hecho de llevarlas accesibles dentro del vehículo podría conllevar una multa administrativa de hasta 300 euros, algo que muchos usuarios del campo desconocen, pero que la normativa contempla con claridad para garantizar la seguridad.

Vacuna antirrábica caducada… por poco

Al revisar la cartilla sanitaria de los perros, otro problema salió a la luz. Uno de los canes no tenía en regla la vacunación antirrábica, obligatoria en la mayoría de comunidades autónomas. Aunque la fecha había vencido solo tres días antes, el agente fue claro: «Se ha pasado tres días».

El cazador intentó justificar la demora señalando que dependía de la campaña de vacunación del municipio: «Es que vienen ahí cuando vienen». A pesar de que la infracción podría sancionarse con entre 501 y 2.000 euros, los agentes optaron por una respuesta más pedagógica y le instaron a vacunar al perro esa misma semana y presentar la cartilla actualizada en el cuartel.

Un aviso para estar al día

El clip, compartido en el perfil oficial de Facebook de DMAX, ha generado comentarios de apoyo y crítica a partes iguales. Muchos cazadores han aprovechado la ocasión para recordar la importancia de llevar toda la documentación en regla y revisar fechas clave como la vacunación anual de los perros. La escena sirve de recordatorio para quienes practican actividades cinegéticas: no basta con cumplir la ley, también hay que estar preparados para demostrarlo en cualquier momento.

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