Max Benito, un biólogo salmantino, ha advertido del problema que existe en la zona con las colonias de gatos como una amenaza para la biodiversidad. Una población felina que está acabando en la zona del río Tormes con la fauna autóctona.

En palabras a La Crónica de Salamanca, el biólogo explica que «los animalistas tenían un ideal muy bonito, la protección de los animales, sus derechos, pero lo que pasa es que se han quedado en la defensa de los perros y los gatos. Nadie se acuerda de otros bichos y lo defienden sin ninguna base científica».

«Ahora defienden las colonias de gatos. El gato es, después del ser humano, la segunda especie más depredadora del mundo. Es la especie que más ha exterminado. El gato en Australia ha contribuido a extinguir más de un centenar de aves», defiende el biólogo.

«Es un problema brutal, pero los animalistas dicen que a los gatos no se les puede matar»

«Nosotros los hemos puesto ahí y les damos de comer, por lo que tenemos que solucionarlo de alguna manera. En España hay gatos por todos los lados, en todos los pueblos hay colonias de gatos. Es un problema brutal, pero los animalistas dicen que no se les puede matar, eutanasiar… porque los gatos no han hecho nada. Los animalistas solo protegen a los gatos, el resto de la fauna les da igual, porque como son lagartijas, sapos, pajaritos pequeños y marrones que a nadie le importa», argumenta el biólogo sobre las especies que son depredadas por el felino.

A la pregunta de si sería suficiente con esterilizarlos, Benito es claro: «Solo atrasa el problema unos años, 15, 16 o 20 años, lo que viva. Es cierto que esos años no se van a reproducir, pero durante los años que vivan van a seguir matando». Y como solución propone «Matarlos a todos. Aunque suene feo. Ellos no tienen la culpa, pero prefiero eso a que en 20 años no tengamos fauna autóctona. A todo el mundo le gustan los gatos, porque son achuchables, por eso suena tan mal decir que hay que matarlos. Es un problema enorme, porque es la especie invasora por excelencia después de nosotros. Lo extingue todo. Si vas por un pueblo no ves ni serpientes, ni lagartijas, ni ranas, pájaros… y antes estaban poblados», argumenta.

Sobre el lugar en el que deberían estar entonces los gatos el experto es claro: «Dentro de casa, sin que salgan de ahí», concluye.