El cazador abulense Juan Carlos Miranda ha denunciado ante el cuartel de la Guardia Civil de su localidad, Arévalo, el robo de sus seis galgos de caza el pasado miércoles 13 de octubre. Desde entonces, Miranda se encuentra en un «calvario» -como él mismo lo define en declaraciones a este medio de comunicación- por dar con alguna pista de sus canes.

El día anterior, 12 de octubre, Miranda había acudido a cazar liebres con ellos y, un día más tarde, los estuvo curando en la finca donde los guarda porque alguno de ellos tenía las almohadillas un poco dañadas. «Los dejé en el corral y al día siguiente nos dijeron que estaban las puertas abiertas», detalla sobre lo ocurrido. «Fuimos mi hermano y yo y nos encontramos que este lugar, de unos 1.000 metros cuadrados y que tiene varios apartados, se encontraba abierto de par en par», denuncia.

«Hay un compartimento con la herramienta de trabajo, otro con pájaros, otro con gallinas, y todos los cuartos estaban abiertos. En el que estaba la herramienta, nos habían sacado las radiales, sierras, serruchos…; en el de los pájaros, se habían llevado canarios y jilgueros; y en el que estaban los perros, que está hecho en forma de búnker, habían sustraído los canes», denuncia el cazador.

Hace ocho años varios individuos saltaron la tapia, y a pesar de haberlas subido ahora un metro más de su altura original, lograron superarlas también en este robo. Además, el cazador denuncia el «daño» que le han hecho a su hija de once años, que «no para de llorar desde que se enteró de que los perros no están» ya que diariamente acudía a echarles de comer y a sacarlos junto a su padre. Estas son las imágenes de los canes robados:

La Guardia Civil recuerda que más del 50% de los perros robados en España son galgos

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«Más del 50% de los perros robados en España son galgos. Las mafias especializadas los venden a personas sin escrúpulos. Los que no son comprados y‘los que no valen’para sus intereses los matan o abandonan». Con este mensaje en Twitter recordaba este lunes la Guardia Civil la triste realidad que vive el mundo del galgo en nuestro país.

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