En la madrugada del domingo al lunes varios ladrones entraban una pequeña nave propiedad de P.S.G., un cazador de Salamanca afincado en Valdelacasa, y se llevaron su todoterreno cargado de trofeos, esculturas y todo lo que pudieron cargar en el vehículo. El propio cazador ha relatado a Jara y Sedal lo ocurrido y afirma que está «destrozado».

«Mi mujer dejó el coche a las 20:30 horas y a las 7:00 pasó un vecino y ya vio la puerta levantada», comenta P.S.G. sobre el momento en que advirtió que alguien había entrado en la nave donde guarda sus dos coches y en la que tenía muchos de sus recuerdos de caza y trofeos.

«Me han robado tres esculturas de diorita que no tienen precio, 19 bocas de jabalí -entre ellas varios oros y platas-, una piel de una cebra valorada en 1.500 euros, cinco cabezas de animales naturalizados, un Nissan Terrano y dos cajas de balas». El cazador dice sobre los asaltantes que «del gremio de la caza no eran, porque se han llevado cabezas de jabalí con colmillos artificiales y una hembra de cabra y un rebeco con cuernos artificiales». «Sin embargo, han dejado trofeos de macho montés, corzo, ciervo… originales y de alta puntuación o un corzo peluca en una vitrina que tiene mucho más valor», afirma.

«Cazar uno de los machos grandes que se han llevado hoy día vale entre 20.000 y 25.000 euros»

P.S.G. se encuentra muy afectado sobre todo por el valor sentimental de muchos de los recuerdos de caza que los ladrones cargaron en su propio todoterreno: «Me han quitado el coche, que es un Terrano II antiguo y, aunque estaba muy cuidado, no tiene mucho valor. Pero las bocas de jabalí y uno de los machos… todo eso no tiene precio. Me han hecho un daño terrible.Cazar uno de los machos grandes que se han llevado hoy día te vale entre 20.000 y 25.000 euros».

El cazador ha denunciado los hechos antes la Guardia Civil, pero supone que será muy difícil dar con los asaltantes. «Un amigo dice que quizá se den cuenta de que algunos de los trofeos no tienen salida ni siquiera en el mercado de segunda mano y que igual los dejan por ahí tirados, pero no lo creo. Es difícil que vuelva a recuperarlos», se lamenta.

Por último nos pide que compartamos las fotos de algunos de los objetos robados por si alguien en algún momento los reconoce, «para que puedan contactar con vosotros en ese caso y podáis ayudarme a recuperarlos».