El primero que debemos regular es el mecánico. Lo apretaremos más o menos en base al peso del señuelo que estemos usando. A más peso más debemos apretarlo. La fórmula más sencilla para saber cuál es el punto exacto de presión para cada señuelo te la explicamos a continuación.
26/5/2017 | Marcos Elena – Bonviedro Outdoors Caza y Pesca 

casting
Foto: Bonviedro Outdoors.

Apretamos el freno al máximo y acto seguido abrimos el pick up. En este caso cómo el freno está muy fuerte el peso del señuelo no será suficiente para que el hilo empiece a salir, pero cuando esto no ocurre (que es lo habitual), conviene recordar que en cuanto abrimos el pick up, debemos de apoyar nuestro dedo pulgar sobre la bobina para evitar que gire sobre si misma.
Poco a poco, iremos aflojando el freno e iremos comprobando como cuando abrimos el pick up el hilo empieza a salir por si solo. El punto óptimo para empezar a lanzar será ese en el que el señuelo cae por si mismo y que cuando llega al suelo la bobina se frena por si sola sin formar bucles.
Una vez calibrado el freno mecánico pasamos a regular el magnético o el centrífugo (cada marca suele tener su sistema específico). En ambos casos os aconsejo que empecéis con el freno bastante cerrado (en el magnético si está numerado del 1 al 10 entre el 6 y el 8, en el centrífugo empezaremos con 4 pines de 6 hacia fuera). Una vez que empecemos a lanzar podremos ir bajando progresivamente si lo vemos conveniente hasta el punto en el que nos sintamos cómodos y seguros. Daros cuenta que si pasamos ese límite corremos el riesgo de hacer la temida “peluca” (también conocida como nido de pájaro) que no es más que la acumulación de línea sobre la bobina al girar esta más rápido de lo que la línea puede salir.
Es importante recordar que cada señuelo requiere un calibrado diferente de los frenos, del mismo modo que cuando contamos con bastante viento debemos apretar más los frenos, especialmente si lanzamos cuando sopla de frente (esta es una de las situaciones típicas dónde se pueden producir pelucas).
Con práctica podremos ir liberando cada vez más la bobina, controlando en mayor medida la salida del hilo con nuestro dedo y por consiguiente, realizando lances de mayor alcance.

YouTube video