Cuando me pongo en modo creativo con la carne de caza me gusta jugar con elaboraciones con las que nuestra cabeza nunca relacionaría: recetas clásicas o populares como lasaña, pollo relleno, empanada, cachopo… y también platos que están de moda, ya sea por puro snobismo o fruto de la multiculturalidad: gyozas, woks, tacos…

Este mes, a punto de arrancar el descaste en muchas zonas –en otras el orejudo es una plaga casi permamente–, os propongo una receta distinta: un ramen que, aunque suene exótico, no deja de ser otra cosa que una sopa con fideos con una buena proteína, en este caso, de conejo.

conejo y jabalí
Conejo. © Shutterstock

Ingredientes para dos personas

1 conejo de monte
Fideos de arroz
2 huevo
2 dientes de ajo
2 cebolla
2 zanahorias
1 hoja de laurel
Jengibre fresco
Anís estrellado
1 cebolleta
Mezcla de hierbas aromática

La receta

Un día antes despieza el conejo separándolo por cuartos, patas y paletillas y salpimenta y adoba con tomillo y romero. Después pocha ajo, cebolla y zanahoria, añade vino blanco y guisa la carne a fuego lento durante toda una mañana.

Tuesta el resto, el tronco con la cabeza incluida, en el horno y úsalo para hacer un caldo muy sencillo con tres litros de agua, cebolla roja tostada y una hoja de laurel que dejarás reducir a fuego suave hasta la mitad.

A mí me gusta añadir además un poco de anís estrellado y jengibre rallado para que le dé ese toque asiático que tanto me gusta. Lo último es cocer un huevo durante ocho minutos para que la yema esté más cruda y untosa y guardarlo pelado en la nevera sumergido en salsa de soja.

A comer

Llegada la hora pica una cebolleta muy fina y unas hierbas aromáticas –me mola mucho la mezcla de menta o hierbabuena con cilantro– y cuece unos fideos de arroz –se pueden encontrar en cada vez más supermercados–.

Si los has cocinado alguna vez ya sabes que sólo hay que darles un hervor. Después emplata en un bol muy caliente colocando, por separado, la zanca del conejo, el huevo partido por la mitad, los fideos y la cebolleta con las hierbas aromáticas. Sólo falta añadir el caldo y ¡a darle caña a los ramen a la cazadora!

Mil ideas

Al no dejar de ser una ‘simple’ sopa podemos cambiar el tipo de fideo o el caldo, recurrir a algo de marisco como gambas o langostinos para hacer un mar y montaña, añadir salsa yakisoba o de ostras o incluso una guindilla o unos chiles para darle el toque picante que los días de frío tanto nos mola, incluir huevos de codorniz, que visualmente quedan brutales, y sustituir el conejo por cualquier guiso de caza que tengáis por casa, ya sea de jabalí, corzo, venado… o de ave.

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