La sobrepoblación de conejos en algunos lugares de nuestra geografía ha provocado que algunas administraciones hayan determinado el uso de ‘veneno’ para atajar el problema y las alarmas se han activado. Algunos representantes del sector agrícola propusieron utilizar sustancias como el fosfuro de aluminio para reducir las poblaciones de esta especie y, de este modo, evitar los daños que causan a la agricultura.

Este es el caso de la Generalitat que, a través de su departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, ha propuesto comenzar esta misma semana la aplicación de fósforo de aluminio. La iniciativa busca combatir la sobrepoblación de conejos en Lleida, tal y como ya explicado el propio Govern.

Con el mismo objetivo, la Generalitat también ha destinado a 12 personas de Forestal Catalana para llevar a cabo la instalación de cajas trampa. De este modo se podrán combatir los daños que estos animales provocan en cultivos y en infraestructuras.

El conejo declarado en 2019 «en peligro»

Llama la atención que en el año 2019, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) declaró el conejo de monte como especie «en peligro». Argumentaron que esta nueva categorización se debía a la reducción de la población, la cual habría experimentado según sus conclusiones un descenso del 90% en los últimos 70 años, así como otro del 70% entre 2008 y 2018. No obstante, como demuestran los casos en los que sus poblaciones se disparan, hay zonas donde es casi imposible controlar a los conejos.

Casos de envenenamientos en España

Pastillas de raticida
Pastillas de raticida incautadas por la Guardia Civil. © Europa Press

Es precisamente en esas zonas agrícolas en las que el conejo experimenta explosiones demográficas donde resulta complicado aplicar soluciones a corto plazo, lo que ha llevado a algunos a optar ilegalmente por el uso de sustancias químicas para disminuir su población.

Sin ir más lejos, en España hemos podido ver cómo en el Baix Ebre, en Tarragona, una persona fue denunciada por utilizar raticidas para matar conejos silvestres en unas fincas de cítricos. Asimismo, en Bellpuig, Lérida, los Agentes Rurales denunciaron a otra persona que había usado un rodenticida para combatir el exceso de conejos en una explotación de manzanos. En este caso, se encontró una treintena de pastillas dispersas, además de un conejo, un zorro y una urraca muertos a causa de este veneno.

La WWF, contra el uso de veneno en conejos

Por su parte, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) se ha pronunciado al respecto y no ha tenido inconveniente en mostrarse totalmente en contra de esta práctica. Desde la organización alertan de que es una «propuesta inaceptable» por el alto impacto que tiene sobre la biodiversidad.

Para tratar de poner fin a este método, una de las alternativas que proponen es la aplicación de medidas preventivas, en combinación con un incremento en la presión de capturas. De esta forma, indican, sería posible aliviar los daños producidos de manera parcial sin alterar los equilibrios biológicos.

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Varios conejos en una foto de archivo. © JDG

¿Cuáles son las sanciones administrativas o penales por usar veneno con conejos?

Destacamos por último que el uso del veneno en el medio natural es un delito ecológico. Esto se explica porque se trata de un método no selectivo que amenaza a todo el ecosistema.

Las sanciones a las que se enfrentan quienes hagan uso de estos productos sin autorización pueden ser, a elección del juez, pena de prisión o multa económica. Además, este delito relativo a la protección de la fauna también puede acarrear la inhabilitación para el ejercicio del derecho a cazar.