Por Ciencia y Caza
La becada presenta una comportamiento muy curioso: hay ejemplares que migran, con cuarteles de cría –en primavera y verano– e invernada que distan miles de kilómetros entre sí, y por otro lado existen otros ‘sedentarios’ que no muestran este patrón de comportamiento excepto ante la llegada de una ola de frío intensa, pudiendo en este caso recorrer distancias más cortas.
En todo caso, y al tratarse de una especie principalmente migratoria, de partida sería muy complicado criarla en cautividad.
¿Puede vivir en cautividad?
Se han realizado estudios en los que se ha sometido a ‘nuestra’ becada (Scolopax rusticola) a condiciones de cautividad para estudiar su comportamiento, y parece que las tolera hasta cierto punto.
También hay quienes han curado aves heridas en voladeros, demostrando que es posible que se adapten a vivir en cautividad con el tiempo. Incluso algunos zoos cuentan con ejemplares de la dama del bosque. Lo que desconocemos si estos animales llegarían a criar bien, algo que sí ha sido posible en otras especies migratorias como la codorniz.
La crianza en cautividad, un largo proceso
En otras especies de caza, especialmente galliformes como la perdiz, la cría en cautividad ha sido un largo proceso que generalmente comienza con la recogida de huevos en el campo y la crianza de los pollos como futuros reproductores.
Pero claro, las galliformes son en su gran mayoría sedentarias, por lo que en principio serían mucho más fáciles de criar que las especies migratorias. Para criar becadas en cautividad habría que hacer una selección de los individuos más mansos y adaptables, trabajo que requeriría mucha inversión y paciencia.
Hay un precedente: un estudio con la becada americana
Existen varios estudios con la pariente de nuestra becada del otro lado del Atlántico, la Scolopax minor, como protagonista. En ellos se han recogido huevos de ejemplares silvestres para criar pollos en cautividad y conocer mejor su respuesta.
Según estas investigaciones, es necesario estar con ellos durante sus primeras horas de vida para que se impregnen del ser humano, dado que a partir de los 60 días se vuelven muy ariscos y difíciles de manejar.
¿Realmente es necesario criar becadas en cautividad?
Criar becadas en cautividad podría tener alguna justificación científica, pero por lo complicado del proceso parece una idea que no tiene muchos visos de éxito. En el caso de ésta y otras especies, el objetivo debe ser el de trabajar por la conservación de las poblaciones silvestres.
Si quieres trabajar por su conservación, puedes formar parte de proyectos como el Club de Cazadores de Becada, una de las asociaciones cinegéticas más importantes de nuestro país. Sus investigaciones científicas y el grado de conocimiento de la especie, así como las buenas recomendaciones de su caza son la mejor garantía para el futuro de nuestra querida becada.
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