Comienza la berrea del ciervo: los venados empiezan a bramar tras las primeras lluvias de septiembre


Un vídeo que se ha hecho viral en las redes sociales muestra una escena insólita: un ciervo encelado montando a una burra en mitad del campo. Las imágenes han generado todo tipo de comentarios y preguntas sobre el comportamiento de estos animales. ¿Por qué un ciervo intenta aparearse con una burra? ¿Es algo normal o excepcional?

El sexo entre animales de diferentes especies no es algo nuevo. De hecho, se han documentado casos de apareamiento entre animales salvajes que no están emparentados, como el publicado por la revista Primates en 2017 con un macaco japonés macho (Macaca fuscata yakui) y una hembra de ciervo sika (Cervus nippon yakushimae) en la isla Yakushima, Japón, o el otro caso entre un lobo marino antártico (Arctophoca gazella) y un pingüino rey (Aptenodytes patagonicus). Estos hechos se conocen con el nombre de «interferencia reproductiva» y se cree que son el resultado de que un animal no reconozca correctamente de qué especie es el otro con el que intenta aparearse.

Privación de pareja

Hembra y macho de ciervo (Cervus elaphus)
Hembra y macho de ciervo (Cervus elaphus). © Shutterstock

Aunque este fenómeno también podría atender a la hipótesis de algunos científicos que apuestan porque este tipo de comportamientos se lleven a cabo como parte del aprendizaje de la cópula, en este caso y dado que se trata de un macho adulto este hecho es muy poco probable. Además, si bien la interferencia reproductiva pudiera estar detrás de la monta del ciervo a la burra que se ha convertido en viral en los últimos días, la explicación más probable sea el caso conocido como «privación de pareja», una teoría que sugiere que «los machos con acceso limitado a las hembras tienen más probabilidades de mostrar este comportamiento». Esto puede deberse a que este ciervo no haya podido ganar en la lucha por un harén de hembras, como suele ocurrir durante el periodo de apareamiento del ciervo en España.

Recordamos que el periodo de celo del ciervo, también conocido como berrea, tiene lugar entre septiembre y octubre. Durante varias semanas, los machos compiten por el derecho a aparearse con las hembras, emitiendo fuertes bramidos y luchando por demostrar ser el más fuerte. Los machos más dominantes consiguen formar un harén de varias hembras, mientras que los más débiles y jóvenes se quedan sin pareja.

Machos periféricos

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Ciervo. © Shutterstock

Debido a lo explicado en el párrafo anterior es posible que el ciervo del vídeo pertenezca al grupo de los llamados ‘machos periféricos’, aquellos que no tienen acceso a las hembras y que buscan otras opciones para satisfacer su instinto sexual. En este caso, al encontrarse con una burra, quizá no la identificó como una especie diferente y trató de montarla. La burra, por su parte, no opuso resistencia y aceptó la monta.

Este comportamiento, aunque sorprendente, no tiene consecuencias reproductivas, ya que el ciervo y la burra son especies incompatibles genéticamente y no pueden tener descendencia híbrida. Sin embargo, es un ejemplo más de la complejidad y la diversidad del comportamiento sexual animal, que puede estar influido por factores ambientales, sociales y biológicos.

¿Qué es la berrea del ciervo y para qué sirve?

La berrea es el nombre que se le da al sonido que hacen los ciervos machos durante el periodo de celo. Con sus bramidos, que se pueden escuchar a varios kilómetros de distancia, los machos anuncian su presencia y su estado físico a las hembras y rivales y tiene varias funciones.

Por un lado, estimular el celo en las hembras, que solo sucede en esta época del año. Por otro, marcar el territorio y avisar a otros machos de que las hembras de la zona son suyas. Además, les permite mostrar su fuerza y su vigor, lo que les hace más atractivos para las ciervas y más respetados por sus competidores.

No obstante, la berrea no es el único comportamiento que tienen los machos de ciervo durante el celo. También restriegan sus cuernas contra los árboles para desprenderse de la borra o correa que las recubre y para dejar su olor. Además, se pelean entre ellos en duras luchas en las que golpean sus cuernas hasta que uno de los contendientes se rinde. Estas peleas no suelen ser mortales, pero sí pueden provocar heridas o fracturas entre los machos que las protagonizan.

La berrea del ciervo es un fenómeno natural que depende de varios factores ambientales, como la temperatura, la humedad o el fotoperiodo. Normalmente llega en estas fechas, coincidiendo con las primeras lluvias de septiembre. La duración media del celo es de 21 días, y la gestación de las hembras dura unos 8 meses. Tras la cópula, los cervatillos nacerán entre abril y mayo, con un peso de unos 5 kilogramos y coincidiendo con la mayor disponibilidad de alimento en el medio natural.