De nuevo vivimos tiempos pretéritos que creíamos enterrados con la democracia después de la dictadura. Podemos vuelve al modelo de la censura para intentar por meras razones ideológicas anular a una parte de la sociedad que no comparte su ideario.
Recientemente Podemos, de manos de su ejecutor y censor principal Juan López de Uralde, ha registrado en el Congreso una pregunta parlamentaria para rechazar el papel de RTVE en el fomento de la caza y la tauromaquia y exige retirar estos contenidos.
Y todo porque la revista Jara y Sedal, que es independiente del programa que se emite en RTVE, según Podemos «ataca, critica o señala a cargos públicos, miembros del Gobierno de España, activistas, personas anónimas y organizaciones cuyos fines son la conservación de la Naturaleza, la biodiversidad o la defensa estricta de los animales». En definitiva, por ejercer su derecho a la libertad de información.
Esta acción forma parte de algo muy común en los regímenes totalitarios. La libertad de expresión, la difusión de la cultura, la promoción de los valores de una sociedad son aspectos imprescindibles para el progreso social y democrático, todo lo contrario a lo que pretende Podemos.
Es inaudito que aquellos que hablan del pasado, criticando a otros partidos, se hayan convertido en el grupo político más reaccionario de nuestro país. Esperamos y deseamos que las pretensiones de Podemos sobre que la censura ejercida por el estado resucite de entre los escombros del pasado, no tenga el más mínimo apoyo de los diferentes grupos políticos democráticos de nuestro arco parlamentario.
Es una desgracia para España y para toda la ciudadanía que la vieja censura haya regresado. Hoy lo hacen con nosotros, mañana lo harán con todos.