La Guardia Civil ha denunciado a un presunto furtivo y decomisado una cabeza de corzo por infringir el obligado precintado que autoriza el traslado y transporte del ‘trofeo’ abatido en la provincia de Burgos. Días atrás una Patrulla del Seprona que se encontraba en un coto de caza al norte de la provincia, en servicio dirigido a la prevención del furtivismo, detectó la presencia de un vehículo estacionado junto a un camino y, no lejos, a dos personas que manipulaban un bulto entre las ramas de un árbol, acción que llamó la atención de los agentes.A continuación ambas personas se dirigieron hacia el referido vehículo, en el que se ausentaron del lugar, por lo que los guardias civiles decidieron interceptarlo e interesarse por la maniobra percibida.

Los ocupantes del todoterreno fueron identificados y se registró el interior del vehículo, donde se halló un rifle de caza, pertrechos propios para la actividad y una mochila. Se comprobó que estaban debidamente autorizados para la caza en el terreno donde fueron vistos, que poseían varios precintos en vigor y que el cazador portaba su documentación en regla. No obstante en los asientos posteriores del vehículo se encontraron dos bridas grandes de plástico que levantaron las sospechas de los componentes del Cuerpo, que recelaron de alguna posible práctica irregular y regresaron hasta el punto donde les vieron por primera vez.

Colgado de un roble con unas bridas

Allí localizaron entre las ramas de un roble una cabeza de corzo macho recién abatidocarente de su correspondiente precinto, sujeta con una brida de plástico al tronco, siendo ésta igual a las dos halladas entre las pertenencias de los cazadores en el coche; más tarde encontraron el cuerpo decapitado de un corzo.

El arma y un precinto han sido intervenidos y decomisada la cabeza de corzo que ha sido entregada en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Burgos. La infracción observada, por no precintar la especie cazada, ha sido puesta en conocimiento del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Burgos. El autor se enfrenta una posible sanción económica de hasta 3.000 euros, a la retira de la Licencia de Caza por un periodo máximo de 3 años y a una indemnización al titular del acotado.