Se llama Pilar Ager, tiene 42 años, es natural de la localidad cordobesa de Bujalance y, desde hace un lustro, dedica su tiempo por completo al arte cinegético. No es fácil apostar por dos mundos complicados en los que abrirse camino, el del arte y el de la caza, pero Pilar lo tenía claro desde el primer día, y esa decisión fue el genial cimiento que le ha hecho prosperar.
Ager decidió cambiar su trabajo del sector de la empresa por dibujar todo tipo de especies de fauna cinegética tanto de caza menor como de mayor. Su gran pasión desde pequeña, la plasmaría todos y cada uno de los días del año con papel y boli para que los demás la disfruten.
Una artista autodidacta
«Soy completamente autodidacta. Los que no hemos tenido posibilidad de poder estudiar Bellas Artes nos formamos con masterclass, con tutoriales… y ese ha sido mi aprendizaje», explica esta artista cordobesa, que realiza en torno a cuarenta obras anuales «y los encargos no paran de llegar», explica a Jara y Sedal.
La técnica que utiliza en sus obras
Pilar, que es cazadora y una amante de los recechos de ciervo en Sierra Morena y de corzo en el norte español, explica que su forma de pintar es «diferente y muy vistosa». «Pinto la figura a bolígrafo, que es el alma de la obra, y posteriormente se le da el color con pincel y óleo», señala sobre la técnica que utiliza.
Casi todo su trabajo, como hemos citado, se basa en obras cinegéticas, aunque también ha realizado algunas taurinas. «Prácticamente la totalidad de lo que dibujo es fauna ibérica, aunque también recibo muchos encargos de fauna de África: disfruto pintando, porque al final yo me he criado a los pies de Sierra Morena y es mi día a día», confiesa.
Con la artista se puede contactar a través de su cuenta de Instagram.
Tamara Yuani, la otra joven artista y cetrera que pinta fauna cinegética
Se llama Tamara Yuani Barea y es de la localidad gaditana de San Fernando. Sus grandes pasiones siempre han sido dos: la cetrería y el dibujo, algo a lo que se dedica profesionalmente desde el año 2015. Sus dibujos de piezas de caza causan furor entre los cazadores por el mimo con el que traza todos y cada uno de los detalles de los animales. Esta es su historia.
