Se llama Tamara Yuani Barea, es de la localidad gaditana de San Fernando, y aunque estudió acuicultura. Sus grandes pasiones siempre han sido dos: la cetrería y el dibujo, algo a lo que se dedica profesionalmente desde el año 2015. Sus dibujos de piezas de caza causan furor entre los cazadores por el mimo con el que traza todos y cada uno de los detalles de los animales.

«Soy de San Fernando, pero el estudio lo tengo en Chiclana», comienza explicando la joven a Jara y Sedal. «Siempre he dibujado todo tipo de especies: empecé por la cetrería porque es mi afición y me decliné al principio por ella, pero poco a poco, fui obteniendo seguidores de caza con escopeta, en montería… y fui especificando mucho más la pintura en otro tipo de animales», relata Yuani.

El origen de su pasión por pintar

Yuani ahonda para este medio en el origen de su pasión por pintar: «Si te soy sincera, mi pasión por pintar surge de lo más dentro de mí. Desde que era pequeña, recuerdo que mi primer dibujo fue una vaca en la pared de mi casa con un rotulador y, como mi madre no podía ni quitarlo, le puso un marco», explica entre risas la gaditana.

Tras ello, se ha ido informando de técnicas pictóricas y, con el tiempo, cada vez ha ido desarrollándolas más dentro de su carácter autodidacta: «No he ido nunca a clases de pintura ni tengo formación artística, pero he intentado cultivarme todo lo posible para intentar tecnificar mucho más mi forma de pintar», detalla.

Yuani, en sus dibujos, no sólo utiliza una única técnica pictórica, sino múltiples. De ellas, destaca las pintura a lápices de colores y la pintura al óleo con técnica mixta: primero dibuja la figura a bolígrafo y luego le da matices con óleo.

Tamara Yuani trabajando en su estudio. © T. Y.

Su otra gran afición: la cetrería

La otra gran pasión de Yuani es la cetrería, que practica en la provincia de Cádiz: «Fundamentalmente pinto obras cinegéticas porque mi afición es la cetrería; aunque para mí todas las modalidades son muy importantes, esa es la que de verdad me llena», señala. Por ello, pinta halcones, águilas, escenas de caza con aves (y de otras modalidades también)… y ahora está ahondando en la pintura ecuestre y en la taurina.

En la actualidad, tiene un águila Harris con el que caza liebres, conejos, perdices e incluso zorzales: «Es un ave muy rápida y perseguidora y los captura con mucha facilidad. Lo mismo te caza pelo que te caza pluma. Se adapta a todo lo que hay», asegura la joven.

Por último, Tamara también explica que hace unas semanas participó en el libro Cetrería y Arte, que el escritor burgalés Antonio Izquierdo ha puesto en marcha. En él, también han tomado parte otros 45 artistas internacionales dedicados al mundo del arte a través de la cetrería. Esta es la participación de la joven en esta obra:

© T. Y.

Si quieres contactar con Tamara puedes hacelor a través de su cuenta de Instagram. En este vídeo te mostramos cómo trabaja.

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El confinamiento le impide cazar y comienza a dibujar las maravillas de la caza: conejo, perdiz, jabalí…

El artista pintando una de sus obras. © N.V
Obligado estar en su casa sin poder salir de caza, este tatuador ha decidido seguir atrapando a las especies reinas de la actividad cinegética… en un papel.

Se llama Nuno Ventura, es cazador, vive en Torres Vedras (ciudad en el distrito de Lisboa, en Portugal) y sus dibujos sobre especies cinegéticas causan asombro en entre los cazadores. Perdiz, conejo, zorzal, jabalí, faisán… nada se resiste a la hábil mano de este artista. Jara y Sedal se ha acercado a la figura de este artista luso que ha sido tatuador profesional durante 15 años y que ha hecho de este arte su forma de vida. Esta es su historia.

Las miniaturas de perros de caza de este otro artista cazador parecen estar a punto de ladrar

Francisco Charneca con algunas de sus miniaturas de perros de caza. / F.C.
Francisco Charneca con algunas de sus obras. / F.C.

Francisco Charneca es un escultor y pintor portugués cuyos avatares de la vida le han hecho tener una estrecha relación con el mundo cinegético. Tanto es así que ha decidido entregar su vida pintar y esculpir casi exclusivamente obras relacionadas con la caza. Jara y Sedal ha hablado también con él y se ha acercado a la apasionante vida de un artista autodidacta que ya con pocos años de vida cazaba en tierras africanas y cuyas obras son reflejo de la pasión cinegética que siente. Este es el reportaje.