El pescador Carlos Seoane, natural de la localidad de Olías del Rey (Toledo), tuvo el pasado sábado 1 de mayo su día de suerte. En una jornada de pesca de luciopercas en el embalse de Castrejón, ubicado en esta provincia castellano manchega, el pescador logró capturar un enorme lucio de casi 10 kilos de peso. La picada fue peculiar, ya que no tenía ni siquiera puesto un hilo trenzado ni de acero que aguantase los afilados dientes de este depredador. No obstante, contra todo pronóstico, lo consiguió sacar.

Notó que el lucio atacó a otro pez al lado de la orilla y echó ahí el señuelo

Seoane comienza explicando a Jara y Sedal que ya le habían avisado previamente que había «mucha lucioperca» en ese embalse, por lo que «me llevé un par de pickies a ver si salía alguna». Mientras estaba lanzando a una distancia considerable de la orilla, el joven vio que algo atacaba al lado de ésta, por ello echó el pickie al lado de la onda que dejó en el agua el ataque y, al instante, el lucio le pegó «un tirón tremendo».

Al percatarse de que era un pez de considerable tamaño, el joven se asustó por si no podía sacarlo y sus afilados dientes cortaban el sedal, pero poco a poco fue cansando al enorme depredador hasta que logró acercarlo a la orilla. «Llamé a mi compañero cuando vi que era tremendo. Nunca había visto una cosa igual», confiesa.

Otra imagen del joven con el lucio.
Otra imagen del joven con el lucio.

Casi se le parte la caña

Ambos pescadores pidieron una báscula a un compañero que había a su lado y ésta marcó casi 10 kilos: «Fue impresionante». Además, Carlos explica que «la caña tampoco era muy apropiada para sacar peces tan grandes, y en varias ocasiones noté cómo crujía y creía que se me partía. No es una caña muy flexible por ser vieja. Creía que se me partía en dos…», concluye su relato Seoane sobre una jornada fluvial que no olvidará nunca.

Pesca a carpfishing un increíble lucio que se comió la carpa que le acababa de picar

El pescador, junto a sus hijas y el lucio. lubina

El pescador toledano Raúl Gómez, de 31 años, consiguió hacerse este domingo con un espectacular lucio de 10 kilos en el pantano de La Torre de Abraham, situado en la provincia de Ciudad Real. Gómez estaba practicando el carpfishing cuando el depredador intentó comerse a una pequeña carpa que había picado en su caña. Es, por tanto, una de las picadas más peculiares y extrañas que hemos narrado en Jara y Sedal en los últimos años. Así nos lo contó.

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