Ya empieza el frío invernal y la minitalla comienza a desaparecer de nuestros embalses y ríos. Todo esto aumenta la posibilidad de dar con buenos ejemplares dispuestos a comer aquello que les ofrezcamos, pero… ¿todo cebo vale para esta época del año? Aquí tenéis las respuestas para salir airosos de vuestras jornadas de pesca en invierno.

15/12/2019 | Juan Carlos García

pesca cebos

Primero localización

No sirve de nada poner el mejor de nuestros cebos sin antes haber visualizado atisbo de actividad en el agua. Muchas veces basta con detenerse unos minutos frente al agua para ver posibles señales de vida.

Saltos, burbujeos, desplazamientos del agua en sentido contrario a la corriente y aire, destellos… Pueden ser las pistas que estamos buscando. Es importante llevar siempre unas gafas polarizadas, ya que en ocasiones los peces podemos encontrarlos muy próximos a dónde estamos pisando.

Una vez hecho el trabajo de campo, se debe atender a una serie de pautas. Los peces se desplazan menos y con cierta parsimonia, también en momentos del día es cuando suelen comer y buscan aquello que les resulte más sencillo llevarse a la boca.

Existen evidencias que con una bajada rápida de las temperaturas los peces acusan este cambio y su ritmo metabólico disminuye de forma considerable. Es aquí donde quiero llegar, si esto sucede, arrancar una picada y la correspondiente captura se hará difícil. Por ello que la solubilidad de los cebos pasa a tener un papel fundamental en todo esto.

¿Qué cebos solubles hay y cuáles son sus características?

El cebo soluble por antonomasia es el pellet, en su amplia gama de sabores, colores y diámetros, este cebo siempre es un caballo ganador en estas complicadas y duras sesiones de pesca. El pellet tiene la propiedad de irse desgastando con el paso de las horas, también depende del grado de solubilidad que cada marca haya determinado.

Por poner un ejemplo, un pellet tardará más en disolverse cuanto más fría esté el agua, al igual que tampoco será lo mismo un pellet de 14mm contra otro de 20mm. En contra tenemos el tiempo, ya que no es fácil calcular cuanto nos puede durar en el agua, todo esto varia según la zona de pesca y la temperatura del agua.

Como consejo, yo siempre pruebo un pellet en la orilla para calcular su durabilidad en el agua. Sí, ya sé que este valor no es del todo real, ya que en la orilla puede haber más desgaste por la acción de las olas y más si nos encontramos en un embalse, pero siempre puede ser un indicador. En un río este consejo será más fiable.

También tenemos los boilies solubles, ya todas las marcas cuentan con algún sabor determinado. Estos boilies poseen la parte superficial soluble, quedando la parte interna de éste no soluble.

¿Cómo usar los cebos solubles?

Los cebos solubles son ideales para usarlos cuando los peces coman de forma puntual, evitaros de hacer cebados copiosos y con cebos menos digeribles y saciantes. Por ello el uso de cebos solubles y posturas solubles van a ser en estas condiciones un valor seguro.

Siempre es una opción más que acertada una bolsa de micropellets junto a una postura soluble y 4 ó 5 boilies o pellets del mismo sabor que la postura elegida. Con unas condiciones de pesca complicadas esto puede marcar la diferencia. No dudéis en probar los cebos solubles y veréis como notáis diferencia.