«Cuando la vi en la orilla, rompí a llorar». Es la confesión que el pescador pacense Raúl Sánchez Mendoza acaba de hacer a Jara y Sedal después de haber logrado, en días pasados, capturar una carpa que, sin duda, ya es una de las más imponentes logradas sobre esta especie en el embalse de Orellana (Badajoz).

Aunque el récord de carpa común en este lugar es de 36 kilos, ésta tiene relevancia por ser una carpa royal. «Debía rondar los 30 años de edad. Podría ser incluso más vieja que yo», comenta el joven a este medio. Raúl nos aclara que «aunque no es nada científico, en estos ejemplares calculamos un año por cada kilo de peso».

Raúl es de la localidad de Orellana la Vieja, en Badajoz, a pocos kilómetros del pantano, y explica que «hace tres décadas había una piscifactoría en Orellana, y quién sabe si este pez provendría de allí», narra sobre los recuerdos que los más antiguos de la zona tienen sobre este lugar.

«Fue una sesión soñada»

Otra imagen de la carpa royal. © R. M.

Pescar una carpa royal siempre es una alegría para un amante de esta actividad no sólo por la especie en sí, sino por su color. «Es un orgullo, por supuesto. Me siento un auténtico privilegiado. Fue una sesión soñada», expresa el joven.

Tras una noche en el pantano, la picada llegó sobre las 8:00 horas de la mañana: «Me hizo una arrancada explosiva, cogí la caña y entonces comenzó una lucha de tira y afloja hasta que, a los quince minutos, logré cansarla. Cuando tuve la oportunidad de verla en la orilla, la metí en la sacadera y no pude aguantar la emoción y los lagrimones se me caían de los ojos…», confiesa Raúl.

El aire, un factor clave

El aire es clave en el carpfishing, y aquella jornada esa condición climatológica no ayudaba en nada: «En esto de la pesca de la carpa, el aire influye mucho porque arrastra comida y la carpa va en su busca, por lo que es un factor fundamental a mirar en tus sesiones. En este caso, este día hacía mucho viento, pero al final la suerte fue en mi favor», señala Raúl. Durante la pesca de esta carpa royal, Raúl utilizó un equipo Nash tackle. De cebo, usó semillas y bolas de Scopexsquid.

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