El joven pescador Aitor García, de 20 años de edad y natural de la localidad toledana de Consuegra, pescó el pasado 6 de enero, Día de Reyes, dos espectaculares barbos de 10 y 12 kilos de peso. Lo hizo justo en la recta final de una doble jornada que realizó junto a un amigo en las Lagunas de Ruidera, en la provincia de Ciudad Real. El pescador explica que ya eran las 19:05 horas de la tarde y, cinco minutos antes, hablaron de empezar a recoger… y fue entonces cuando llegó la sorpresa.
Un doble golpe de fortuna que le llevó a pescar los dos grandes barbos
Aitor García se disponía a recoger ya sus cañas, «porque llevaba junto a mi amigo el día anterior y toda esa jornada sin recibir ni una sola picada», y, de repente, un golpe de fortuna vino a visitarles. «Estábamos ya al límite, eran ya las 19:05 horas de la noche, y dijimos que a las 19:00 horas recogeríamos… Traía una caña a medio camino y parecía como que tenía ova enganchada, cuando de repente se me arrancó la otra. Y luego resultó que la que estaba recogiendo tampoco traía ova…», relata el joven aún emocionado. Comenzaba la aventura.
Así sacó el barbo de 12 kilos: «Aún me duele el brazo de lo que tiraba». Con la ayuda de su amigo, comenzó a recoger ambas cañas: «Lo primero que hice fue apaciguar la que se arrancó, y sacar ese barbo. Si te digo la verdad, todavía me duele el brazo de lo que me tiró aquel pez», confiesa el pescador. «Fue una lucha dura, de recoger y soltar hilo en muchos momentos, pero al final, y tras unos quince minutos, logré traérmelo hasta la orilla», añade.
Y aún quedaba el barbo de 10 kilos. Y, en la caña que estaba recogiendo y que creía que traía ova o algas enganchadas, estaba el barbo de 10 kilos de peso: «No sé cómo aguantó, pero ahí estaba. Y lo saqué también, este con menos problemas. Como curiosidad, estaba tuerto», puntualiza el joven. «Sin duda, fue el mejor regalo de Reyes de mis últimos años», concluye su relato ante esta redacción.
El equipo utilizado. El pescador utilizó un equipo de Decathlon Xtrem-5 con un carrete Shimano 10.000, «de lo más sencillo que hay, pero a mí me sirve y mucho», detalla el joven. Utilizó Boilies Cream.