Por Pilar Ruiz (Veterinaria)

Todos los que salimos al campo con nuestros perros de caza, alguna vez nos hemos encontrado con una nauseabunda sorpresa al descubrir que se ha revolcado en los restos de un animal muerto. Este gesto, que para nosotros es realmente asqueroso, a ellos les encanta y lo repiten siempre que tiene ocasión. Pero ¿por qué lo hacen?

La respuesta es sencilla: para impregnarse con su olor, pues lo que para nosotros es nauseabundo a ellos les resulta atractivo. Habrás observado que los productos de higiene que utilizamos y que a nosotros tanto nos agradan estas fragancias; perfumes, champús e incluso las pipetas antiparasitarias, les provocan rechazo. ¿Qué es lo que hacen cuando les aplicamos estos productos? Revolcarse por el suelo o restregarse sobre cualquier superficie para eliminar de su cuerpo esa sustancia y con ella el olor que deja.

Según los expertos, este comportamiento está muy ligado a su instinto de caza, cuando tenían que  cazar animales para sobrevivir. Les serviría para camuflar su olor de depredador y así no ahuyentar a las presas, aumentando su éxito en cada tentativa de caza.

También se cree que con este comportamiento refuerzan su posición en la manada, ya que al embadurnarse con el olor de un animal muerto hacen saber al resto de sus congéneres que han obtenido alimento y de este modo mostrarles su capacidad de supervivencia. Y no sólo se revuelcan sobre animales muertos para camuflar su olor: también lo hacen sobre excrementos de otros animales, incluso de humanos, pero nunca sobre los de otros perros.