El can estuvo a punto de acabar con la vida de su dueño después de desencadenar el accidente que le provocara graves heridas en la espalda.
2/11/2018 | Redacción JyS
El suceso ocurrió el pasado jueves 25 de octubre cuando Sonny Gilligan, un experimentado cazador de 74 años, había salido para cazar conejos en una zona al oeste de Las Cruces, en el estado de Nuevo México (Estados Unidos).
Gilligan se encontraba en su camioneta junto a sus tres perros cuando ocurrieron los hechos. «Charlie metió la pata en el gatillo de mi arma (…), se deslizó del asiento, atrapó el gatillo y disparó», contó el hombre a El Paso Times. «Fue un accidente inusual, pero es lo que pasó», añadió.
De la escopeta, que se encontraba en el asiento trasero, salió la munición que atravesó el asiento del conductor e impactó en la espalda de Gilligan, rompiéndole varias costillas y la clavícula y causándole otras lesiones de gravedad.
Gilligan estuvo a punto de morir
«Tuve mucha suerte de poder alcanzar mi teléfono. Los rescatistas de la oficina del sheriff del condado de Doña Ana salvaron mi vida. Si hubieran tardado diez minutos más, habría muerto. Perdí mucha sangre», ha relatado. «En realidad, pasé al otro lado justo antes de llegar al hospital, pero ellos lograron revivirme mediante reanimación cardiopulmonar», añadió.
Agentes de la policía estatal encontraron a Gilligan sentado al lado de su camioneta. Inmediatamente fue trasladado en helicóptero a un hospital de la cercana ciudad de El Paso, donde se encuentra actualmente recuperándose de las heridas que sufrió.
«Aunque ahora se burlan de que si el perro lo hizo a propósito, la verdad es que es un animal muy cariñoso y no dañaría a nadie con intención», ha asegurado el cazador.