Los ataques de lobos a perros son cada vez son más frecuentes en España. Cazadores, ganaderos y habitantes del medio rural han sido testigo de ellos en los últimos años de los cuales Jara y Sedal se ha hecho eco. Concretamente este año ya van diez perros de cazadores devorados por lobos al menos en Cantabria y en el norte de Burgos y Palencia esta temporada.
El último de ellos lo ha publicado en redes sociales Ignacio Valle, presidente de la Federación Cántabra de Caza. En el cadáver del can, en medio de la nieve, solamente permanecen la cola, las patas y la cabeza. El resto del cuerpo ha sido devorado por los cánidos, una especie protegida e incluida en el LESPRE en nuestro país desde 2021 y que, sin duda, está experimentando una significativa expansión.
«La temporada pasada ya vimos un caso esporádico, pero esta campaña ya van diez perros muertos de cazadores», señala Valle a la redacción de Jara y Sedal. Los ataques y muertes de estos perros de caza se han producido en el entorno de Liébana y Polaciones -ambos lugares en Cantabria- y, en el norte de las provincias de Burgos y Palencia.
«Los lobos se han cebado con los perros de jabalí y estamos en una situación insostenible»
Asimismo, Valle alerta de la grave situación: «Los lobos se han cebado con los perros de jabalí y estamos en una situación insostenible. La gente no quiere soltar los perros, y perro que se queda por la noche, perro que no aparece al día siguiente», señala sobre los canes que puedan extraviarse.
«Llevamos dos años sin cazar lobos y la población es bestial, se ha desmadrado», denuncia el presidente de la entidad federativa. Son «potros, yeguas, ovejas, cabras…», además de perros, según enumera Valle. «En el monte no se atreve la gente a soltarlos. Las manadas de lobos no te digo que se han duplicado, pero sí han crecido un 30% aproximadamente. Vemos cómo los cazadores ven cómo salen los lobos de la mancha… y minutos más tarde vuelven a entrar en el lugar donde la gente está cazando», sigue exponiendo Valle. «Es una situación que nunca se había dado», concluye.