La Guardia Civil ha abierto diligencias de investigación contra un cabrero por un posible delito de maltrato animal por no vigilar a su pitbull.
9/5/2018 | Redacción JyS

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Agente de la Guardia Civil. / Foto: Europa Press

Todo comenzó el pasado mes de diciembre en el Rincón de la Victoria (Málaga), cuando el propietario de una finca encontró una pequeña cabra con las cuatro patas cortadas y tuvo que llamar al veterinario para que la sacrificara. Posteriormente acudió a la Guardia Civil para denunciar los hechos e intentar localizar al responsable. Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Vélez-Málaga desarrollaron a partir de entonces una investigación para el esclarecimiento de un posible delito de maltrato animal, según ha informado ABC. 
Una vez recibida la denuncia, la Guardia Civil acudió al lugar de los hechos, observando que en la finca se encontraba también un perro de la raza pitbull de menos de un año de edad que compartía espacio con las cabras. Los agentes sospecharon que el can podría haber atacado al cabrito, así que tomaron muestras de restos biológicos de la finca y de las heces del perro, con el objetivo de buscar restos del animal malogrado en ellas.
Las pruebas fueron remitidas al Departamento de Química y Medio Ambiente del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, que dio positivo de ADN de cabra. De esta forma se confirmó que había sido el perro el que había seccionado las patas al cabrito.
Una vez que el SEPRONA constató estos hechos, decidió abrir una investigación contra el propietario de los animales por un presunto delito de maltrato animal, por no haber hecho todo lo posible para evitar el ataque, al tratarse de un perro catalogado como de raza peligrosa.