El inesperado desenlace del cierre del canal que une los embalses de Entrepeñas y Buendía ha provocado una auténtica crisis ecológica en el corazón de la provincia de Guadalajara. Miles de peces, la mayoría carpas pero también barbos, han quedado atrapados y muchos han muerto asfixiados en apenas unas horas. Las imágenes del desastre han provocado una oleada de indignación en redes sociales y un movimiento ciudadano sin precedentes para tratar de salvar los ejemplares supervivientes.
El canal, que fue reabierto en marzo tras 28 años inactivo, quedó cerrado por completo este viernes, una acción planificada según la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT). Sin embargo, el corte de agua generó pozas aisladas del cauce principal, en las que miles de peces quedaron varados, expuestos al sol y sin oxígeno. La magnitud del episodio ha levantado duras críticas desde diferentes sectores, incluido el Ayuntamiento de Sacedón, que ha calificado los hechos como un «atentado ecológico sin precedentes».

La ciudadanía se moviliza para salvar a los peces
Desde el primer momento asociaciones de pescadores, vecinos, voluntarios, bomberos y personal técnico se han volcado en las tareas de rescate. El objetivo: capturar con vida a los peces atrapados y trasladarlos al embalse de Buendía. La Oficina de Turismo de Sacedón lanzaba un desesperado mensaje de ayuda en redes sociales: «Urgente. Cientos de peces han quedado fuera del agua en la desembocadura del canal… se necesita ayuda con vadeadores y sacaderas grandes para rescatarlos».
La respuesta no se hizo esperar. Decenas de aficionados a la pesca, familias, voluntarios y personal especializado acudieron al llamado, muchos con bolsas reutilizables, botas de agua y redes improvisadas. Esa misma noche, la Oficina de Turismo agradecía el esfuerzo: «La magnitud de este desastre es inimaginable… pero gracias a todos los que habéis acudido, miles de peces ya están en el embalse de Buendía».
Acusaciones cruzadas entre Ayuntamiento y Confederación
El Ayuntamiento de Sacedón ha cargado duramente contra la CHT, a la que acusa de actuar de forma «negligente y escandalosa». En un comunicado, el alcalde Francisco Pérez Torrecilla ha exigido dimisiones y ha calificado el suceso como «un crimen ecológico que no puede quedar impune». «Desde el Ayuntamiento señalan que han recibido recientemente una sanción de 1.500 euros por la caída accidental de cuatro bolsas de plástico desde el mercadillo municipal, mientras la Confederación permanece impasible ante este desastre», criticó el regidor.
La Red del Tajo también ha denunciado la actuación, subrayando que «en un minuto la decisión de la Confederación dejó seco el cauce provocando el varamiento de miles de peces» y ha pedido al Ministerio de Transición Ecológica que investigue los hechos.

La versión oficial de la CHT
La Confederación Hidrográfica del Tajo ha defendido en un comunicado, según ha informado CMMEDIA que el cierre se produjo de manera progresiva y que no ha habido una «mortalidad significativa» de peces. Según su versión, al constatar la presencia de ejemplares atrapados se reabrieron las compuertas para dejar pasar un caudal de 900 litros por segundo, facilitando que muchos peces pudieran remontar el cauce. Añaden que los trabajos de rescate han sido coordinados por técnicos y han contado con el apoyo de agentes medioambientales, bomberos y pescadores.
Además, insisten en que la mayoría de los peces afectados son carpas comunes, una especie exótica e invasora, por lo que, a su juicio, no cabe hablar de catástrofe ecológica. Esta postura ha sido tildada de «insultante» por los vecinos y pescadores, que han compartido imágenes de especies muertas y han advertido del riesgo para la salubridad pública si no se hubieran movilizado a tiempo.
El Seprona investiga el suceso
La Guardia Civil, a través del Seprona, ha comenzado ya una investigación para determinar las causas y responsabilidades del suceso. Los agentes se han personado en la zona y están supervisando los trabajos de rescate. Mientras tanto, las labores de salvamento continúan. Este domingo se ha hecho un llamamiento final para acudir con vadeadores y bolsas a vaciar las últimas pozas con la ayuda de bombas de achique de los bomberos.
A pesar de los esfuerzos, muchos peces han muerto. La tragedia, denuncian desde Sacedón, podría haberse evitado con una planificación adecuada.