Los clásicos nunca mueren… pero también es cierto que puede que poco a poco vayan cayendo en el olvido. Y eso es exactamente, por desgracia, lo que ha ido ocurriendo con la caza de palomas torcaces con cimbel. Seguro que tus padres o abuelos la han practicado alguna vez, pero es raro que el cazador del siglo XXI haya tenido tal oportunidad. Sobre todo, porque depende sobremanera de un oficio casi extinto en nuestros montes: el cimbelero, un artista capaz de manejar varios palomos a su antojo con el fin de engañar a los grandes bandos de torcaces y conseguir que desciendan al lugar donde está colocada estratégicamente la escopeta.

Las dos Castillas y Extremadura son la cuna de los grandes palomeros, imprescindibles en las cacerías de antaño. Con sus engranajes de cuerdas y poleas y una destreza sin igual eran capaces de poner a tiro a las palomas más resabiadas. Hoy esta profesión es muy residual, pero todavía quedan maestros cimbeleros con los que puedes contar en tu cacería para vivir un día de torcaces al máximo. No se trata de cobrar más o menos pájaros, sino de vivir una experiencia única, artesana. Cuando los palomos engañen a un bando y comiencen su descenso hacia ti con las alas encogidas como halcones sabrás de lo que te hablamos…

La caza de paloma torcaz con cimbel, un arte ancestral

Salamanca, Cáceres o Toledo son los lugares donde debes buscar a tu cimbelero de confianza. Allí esta modalidad se practica desde hace décadas y, como la experiencia es grado, seguro que encuentras alguien profesional que te ayude. La diferencia entre uno bueno o uno malo es tremenda, y si las palomas de tus palomeros no tienen el oficio necesario puede que arruinen toda la tirada, por muchas azules que sobrevuelen tu cabeza. Si no les convence la llamada o es poco natural, no bajarán.

Ahora bien, si ellos son importantes tú también juegas un importante papel: tu actitud en la postura será clave para cerrar el día con éxito. Intenta permanecer oculto, no hables más de lo necesario, oculta tu escopeta para evitar destellos y, sobre todo, extrema las precauciones con las palomas de tus compañeros. Debes tener en cuenta que son iguales que los perros de una rehala o los podencos conejeros de una mano, parte fundamental de la cacería, y sin ellos sería imposible llevarla a cabo: no cometas una sola imprudencia que les pueda poner en peligro.

Aprovecha las distancias cortas

Si los cimbeles trabajan como deben y eres capaz de soportar la presión y estar de forma correcta en el puesto, los tiros lejanos serán los menos frecuentes. Las torcaces bajarán atraídas por los palomos, colocándose casi siempre por debajo de los 30 metros de distancia. Por tanto, mi consejo es que huyas de los chokes cerrados.

Tenemos la tendencia de asociar la caza de palomas con disparos en las nubes, pero en esta modalidad es radicalmente lo contrario por lo que con un choke medio de tres estrellas estarás más que preparado para afrontar el día de caza con plenas garantías. Cazar con un estrangulamiento mayor puede hacer que falle más disparos de la cuenta y que los que aciertes, al ir demasiado concentrados, destrocen la carne. 

En el siguiente vídeo, producido por Cimbeleros Artesanos puedes ver una de estas apasionantes jornadas.

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