La pesca es una de esas actividades que pueden heredarse y, de este modo, mantenerse en la familia generación tras generación. Cuando esto pasa, cada jornada se convierte en una práctica mucho más emocionante y con un extra de motivación. Así es como lo viven este padre y este hijo de los que vamos a hablar a continuación, los cuales han protagonizado una destacada escena que ha terminado con un enorme ejemplar de siluro con el río Cinca como testigo.
Según ha contado Iker Visa Arque, un joven pescador de tan solo 16 años, todo esto tuvo lugar el pasado sábado, 1 de junio, en dicho escenario de la provincia de Huesca. «Estaba trabajando en el campo con mi padre y me dijo si quería ir a pescar un rato», ha comenzado recordando.
Una jornada de pesca improvisada
Fue entonces cuando, tras decirle que sí, ambos comenzaron a preparar todo lo necesario para la jornada de pesca. De este modo, padre e hijo llegaron al río Cinca y a Iker se le ocurrió cruzar «a una isleta que hay en el medio».
«Cuando crucé hice unos lances y no me picaba nada», ha confesado. Sin embargo, de repente vio en la orilla «una raya negra que se movía», tal y como el joven ha definido.
Pescan otro monstruo en el río Ebro: un siluro de casi 100 kilos
«Me acerqué a un metro y lo vi», ha continuado detallando respecto a ese momento. «Le lancé en señuelo a un metro y lo cogió. Estuvimos una media hora o así peleando hasta que lo sacamos», ha añadido en cuanto a una batalla que difícilmente olvidarán.
Esto pasó en torno a las 20:00 horas de esa tarde del sábado, concretamente en el municipio de Fraga. Una vez consiguieron sacar al siluro del agua y lo midieron, este ejemplar dio un tamaño de 1,55 metros y un peso de 90 kilogramos.