Sara Soler es una joven agricultora de la Comunidad Valenciana que perdió a su padre hace unos meses y que, desde aquel duro momento, decidió junto a su madre regentar la explotación de naranjas que su progenitor dirigía. Ahora, ha explicado en un vídeo que ha compartido el diario El Mundo la dura situación a la que se enfrentan ambas en medio de la cruda realidad que vive el sector de los cítricos en la comunidad autónoma por la drástica bajada de los precios.

«Nos vemos obligados a donar gratuitamente nuestra cosecha de navelina ecológica», comienza explicando la joven. «Desde que falleció mi padre, mi madre y yo nos hemos hecho cargo de este pequeño proyecto. En septiembre, nuestro comprador nos dijo que esta temporada nos dijo que esta temporada contásemos con él, pero ahora, en enero, nos ha dicho que no va a comprarnos nada de nuestra cosecha», narra la joven sobre el drama que están viviendo.

«Nos encontramos con el problema de que nuestra cosecha está en los árboles. Todo el esfuerzo que hemos puesto, no solo esta temporada, sino desde que decidimos que nuestro campo sería ecológico, se ve ahora en peligro, porque nuestra naranja puede terminar en el suelo», expone la agricultura. Por eso, han decidido que van a dar su naranja a todos aquellos que quieran acudir a por ella, ofreciendo en el vídeo el teléfono de contacto para acudir a la explotación.  

El sector de los caquis, otra triste realidad en la Comunidad Valenciana

Tras la publicación del vídeo en el que un agricultor destrozaba hace unos días con su tractor un campo de caquis dando fe de la triste realidad del mundo rural, de nuevo otra grabación días después mostraba la realidad del sector. En muchos lugares de esta región se plantó este fruto como alternativa al naranjo, que atravesaba una grave crisis que aún perdura, pero ese mismo problema también le afectó a él, y ahora cientos de agricultores se están viendo abocados a arrancar los árboles.