La vista es uno de los sentidos más importantes para el lince ibérico, una especie emblemática y amenazada de la fauna española. Por eso, cuando un ejemplar de esta especie carece de buena visión, su supervivencia se ve comprometida. Este era el caso de un lince macho de menos de cinco años, que habitaba en el centro de recuperación de especies amenazadas de Córdoba, y que había perdido la visión de su ojo izquierdo.

Sin embargo, gracias a una intervención quirúrgica realizada este lunes en Málaga, el lince ha podido recuperar su vista y volver a su entorno natural. La operación ha sido realizada por Animalvisión, una clínica veterinaria especializada en oftalmología animal, y ha consistido en la técnica de facoemulsificación con implante de lente intraocular artificial. Se trata de la primera vez que se lleva a cabo una intervención de estas características con un lince ibérico.

Un lince con cataratas

Lince ibérico
Lince ibérico. © Shutterstock

El veterinario responsable de la operación ha sido Fidel Causse del Río, que ha explicado que el lince llegó a la clínica trasladado desde Córdoba por los técnicos de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. El animal fue sedado y sometido a una exploración ocular, que confirmó la presencia de una catarata madura en su ojo izquierdo. El veterinario decidió entonces practicarle la cirugía, que duró unos 40 minutos y que consistió en extraer el cristalino opaco y sustituirlo por una lente artificial que le devolvió la visión.

La operación fue un éxito y el lince se recuperó sin complicaciones. El veterinario le colocó un collarín isabelino para evitar que se rascara el ojo y le administró un tratamiento antibiótico y antiinflamatorio. El animal ya está de vuelta en Córdoba, donde permanecerá en un área controlada para que pueda ser supervisado y comprobar su evolución posoperatoria. Hasta el momento, continuará aislado, hasta que esté totalmente recuperado.

Un hito en la especie

La intervención del lince ibérico ha sido un hito en la medicina veterinaria y en la conservación de esta especie, que ha sufrido un grave declive en las últimas décadas. Según el último censo, en 2023 había 1.668 linces ibéricos en España, de los cuales 1.105 eran adultos y 563 cachorros. Estas cifras suponen una recuperación notable respecto a 2003, cuando solo quedaban unos 100 ejemplares en el Parque Nacional de Doñana y la Sierra de Andújar Cardeña. El Gobierno puso en marcha entonces un programa de reintroducción, que ha permitido aumentar el censo y la distribución de la especie.


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El lince ibérico es un símbolo de la biodiversidad y el patrimonio natural de España, y requiere de la colaboración de todos los sectores para garantizar su supervivencia. La operación del lince de Córdoba es un ejemplo de la implicación de los profesionales veterinarios, que han demostrado su capacidad y su compromiso con la protección de los animales.