«Fue de los jabalíes más grandes que he abatido en mi vida», relata para este medio el rehalero sobre el jabalí abatido en la sierra de Cazorla al que finalmente tuvo que rematar a cuchillo. 
12/5/2019 | Redacción JyS

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Los colmillos del jabalí abatido. / R.M.

Un jabalí que finalmente ha sido medalla de plata le partió el collar a un alano tras una dura pelea. Aunque ocurrió durante el final de la pasada temporada, hemos querido recuperar la historia que ha narrado a este medio el rehalero Raúl Marín, de 35 años de edad.
«Fue de los jabalíes más grandes que he abatido en mi vida», relata para Jara y Sedal el rehalero sobre el suido abatido en la sierra de Cazorla, al que finalmente tuvo que rematar a cuchillo. «Si no me deja sin perro», añadió el cazador.
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Raúl Marín, con el jabalí abatido. / R.M.

El peligroso lance tuvo lugar en una montería en el citado entorno andaluz hace unas semanas en la que «nadie se podía imaginar dónde estaba el jabalí» –que tenía unos 100 kilos de peso-, reseña el joven. «Se acababa el monte, había un mechón e intuimos que el animal estaba ahí». Entonces fue cuando le plantó cara a los perros y «les echó mano» antes de comenzar la carrera, explica el rehalero.
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«Fue de los jabalíes más grandes que he abatido en mi vida», relata Raúl Marín. / R.M.

Los alanos y podencos corrieron tras el suido unos 400 metros y finalmente se hicieron con él. El perro alano lastimado «salió herido en la papada, y casi le rozó la yugular, pero acabó sanando tras una larga recuperación y las visitas al veterinario», explica el joven. «Por suerte no me mató ningún perro porque estuvimos rápidos con el cuchillo», añade.

Su familia, dedicada a la cría de alanos

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El alano, en una revisión veterinaria. / R.M.

La pasada temporada en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas «se han visto jabalíes bastante grandes», explica Marín. Según él en los últimos años «los animales no solían ser tan voluminosos». «Soy criador de alanos y podencos, a los que mantenemos en la familia desde hace años», añade.
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Los colmillos midieron 24 centímetros de largo. / R.M.

«Soy un apasionado de esta raza. Me metí de lleno cogiendo buena sangre, yendo incluso desde Jaén hasta la otra punta de España para cubrir… he gastado mucho tiempo, mucho dinero. Es una pasión que hay que vivirla», concluye.

La otra gran historia de un rehalero del pasado invierno

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El rehalero, tras abatir al jabalí a cuchillo. / Julio García

Julio García, conocido cariñosamente entre los cazadores de la zona de León por «Julito», es un rehalero de Castilla y León que fue protagonista el pasado invierno en Jara y Sedal ya que se salvó de milagro del ataque del jabalí. Ocurrió en San Martín de la Falamosa -localidad que forma parte del municipio de Las Omañas, en la provincia de León-. «El jabalí me pinchó en la pierna, aunque por fortuna y por milésimas de segundo no me llegó a herir», narró el rehalero. Le rasgó el pantalón, «que era de tela dura», explicó.
Al jabalí «lo cortaron los podencos después de oler los puestos de caza, y darse media vuelta» –relató «Julito»-, «y ya se vino hacia mí para intentar hincarme de nuevo la navaja, pero lo cogieron los alanos». El animal -al que tuvo que abatir a cuchillo- no llegó a 100 kilos de peso.