Por Álvaro Fernández

Cuando nace un movimiento, una nueva plataforma o cualquier tipo de organización, la tendencia suele recurrir al corporativismo rancio de exponer los manidos «misión, visión y valores» como consecuencia de calar en las mentes de aquellos a los que se dirigen, de buscar el aval de su conformidad y generar una sofisticada impresión.

En cambio, las revoluciones, las revueltas populares motivadas por el hartazgo hacia los órganos de presión e imposición, suelen ser más sencillas, del mismo modo que lo son las personas que las encabezan.

Por ello estas líneas que voy a utilizar para describir el Proyecto Aristeo deben considerarse a la vez, parte de un gran manifiesto reivindicativo liderado por cazadores, por esas personas sencillas que se han visto obligadas a reaccionar ante una nueva cultura pseudo animalista, radical y de carácter totalitario, que persigue a través del adoctrinamiento la prohibición de todo aquello que no encaja en su ideario.

De modo que no voy a castigar tu atención con alardes, ni banalidades y sí la voy a redirigir hacia lo que verdaderamente te interesa conocer, que son nuestros objetivos, tan claros y contundentes como el desarrollo de campañas de divulgación que nos permitan revalorizar la actividad cinegética, promoviendo un modelo de caza natural, sostenible y conservacionista, superando el déficit de comunicación que lastra al colectivo y llevando nuestro mensaje a una sociedad inquieta por el bombardeo difamatorio que recibe del lobby dictador.

Así emerge Proyecto Aristeo, en forma de revuelta y gracias a otra revolución, aquella que nos condujo a hacer historia un 20 de marzo de 2022 por las calles de Madrid, donde medio millón de personas entre cazadores, ganaderos, agricultores y otras gentes de los pueblos fuimos a legitimar nuestros derechos y libertades.

De aquella histórica alianza surge esta otra con denominación mitológica y venatoria, liderada por cazadores, por un grupo de personas con gran capacidad de gestión y comunicación y principalmente, con ganas, actitud, ilusión y bajo el compromiso de alimentar y dotar de robustez esa unidad que nos debe conducir a defender y transmitir el derecho natural de cazar, en la búsqueda de que las generaciones venideras, tus hijos y los míos, puedan hacerlo legítimo si así lo deciden. ¿Y qué te vamos a pedir?. Nada que no debas exigirte a ti mismo, como es luchar, revolverte y contribuir a defender eso mismo que nuestros padres y abuelos se esforzaron en brindarnos y de lo que de momento puedes presumir gracias a su beneplácito.

Venimos a sumar, a contribuir y ponernos del lado de todo aquel que vele por la comunicación y defensa de la caza y los usos rurales, pero también en frente y cerrando filas ante quien pretenda dañarlos de forma interesada e injustificada… Búscanos en redes sociales… ¡Esto es la Revolución Aristeo!

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